Al Mallorca de Jagoba Arrasate se le están haciendo muy largos los partidos en Son Moix. El conjunto balear, alejado de la victoria desde diciembre, cedía este lunes un empate frente a Osasuna por una mala gestión del marcador en los instantes finales, una historia que ya había vivido otras dos veces en lo que llevamos de temporada. En 23 jornadas, el cuadro balear ya ha recibido cinco goles en contra más allá del minuto noventa y tres de ellos, que le han arrebatado cuatro puntos de las manos en el último momento, los ha sufrido como local y ante los ojos de su público.
Le cuesta abrochar los partidos al Mallorca en una dirección y en otra. Casi una tercera parte de sus duelos han registrado algún gol durante el tiempo añadido y cinco de ellos han tenido una influencia decisiva en el marcador final. En ese sentido, la escuadra balear ha sufrido mucho en casa y ha sabido compensarlo como visitante. Porque es en su hogar donde ha rodado más giros de guion que en este caso han resultado desfavorables.
El último ejemplo lo rubricó el osasunista Enzo Boyomo con un gol en el minuto 94 que evitaba la derrota de su equipo y la primera victoria bermellona en casi dos meses de travesía por el desierto. El central camerunés anulaba el efecto del tanto que había hecho poco antes Vedat Muriqi desde el punto de penalti y le quitaba dos puntos a una escuadra que ya se frotaba las manos divisando el final de la peor racha de resultados del curso.
El golpe era duro aunque no desconocido. Era la tercera vez que la afición del Mallorca experimentaba algo parecido en los últimos meses. La primera fue en septiembre, coincidiendo con la visita del Villarreal de la quinta jornada del calendario. El conjunto rojinegro había neutralizado el gol de Logan Costa en la primera mitad gracias a un tanto en propia meta de Raúl Albiol y en los últimos finales defendía el empate con un futbolista menos por la expulsión de Toni Lato. Cuando la barrera del partido a punto de cerrarse apareció el canario Ayoze Pérez para batir a Greif y dejar a los de casa sin nada (1-2).
El Mallorca y su afición volvieron a padecer esa amarga sensación de vacío hace muy poco. El pasado 25 de enero, concretamente. Recibía la visita del Real Betis de Manuel Pellegrini y volvía a apurar el encuentro en inferioridad por la expulsión de Omar Mascarell mientras se agarraba al que iba a ser el primer punto del año. Hasta que un centro desde la banda derecha de Ortiz lo mandaba Bakambu al fondo de la red y alargaba una pésima serie de resultados (0-1).
Lejos de Palma, el Mallorca ha recibido otros dos tantos en contra por encima del minuto 90, aunque en ninguno de los dos casos afectó al signo definitivo del encuentro. Uno fue en Valladolid, en un encuentro que dominaba por una ventaja de dos goles (Iván Sánchez marcó el 1-2 en el 94) y otro en el Metropolitano, donde Antoine Griezmann le dio algo más de tranquilidad al Atlético de Madrid (minuto 93, 2-0).
Aunque los descuentos han sido letales para el Mallorca en Son Moix, los de Arrasate han encontrado algo de alivio por la misma vía en dos desplazamientos. La primera vez por medio de Valery Fernández, con un gol en el Benito Villamarín en el minuto 93 (1-2). Y la segunda en un final de partido caótico en Las Palmas, donde Johan Mojica convertía en oro un libre indirecto dentro del área (2-3).
2 comentarios
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El problema del Mallorca con el gol es tener a dos delanteros de 1,90 y no tener dos extremos que lleguen a linea de fondo y pongan un centro bien...Muriqi y Larin con dos extremos se inflan a meter goles.....El propio Arrasate dijo tras el partido que Osasuna tiraba el balón a los extremos para hechar centros ...Acaso los necesitaba en Osasuna los extremos y en mallorca no?
Hay jugadores en el Mallorca que no sirven ni pa segunda. Muriqi es un auténtico pirata, tiene la pata de palo.