El Mallorca se pierde en el laberinto del gol

El equipo balear, que no encadenaba cinco partidos sin celebrar ningún tanto desde 2005, trabaja para recuperar la puntería después 487 minutos en blanco

Vedat Muriqi y Cyle Larin, los dos delanteros de referencia en el Mallorca, se lamentan tras una ocasión en el Metropolitano. | Foto: Carlos Gil-Roig

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El Real Mallorca se ha quedado seco. El lunes, cuando reciba en el estadio de Son Moix a Osasuna (21.00 horas), el conjunto balear enlazará ya 51 días sin celebrar un solo gol a favor. Desde el 21 de diciembre, cuando Cyle Larin fundió al Getafe con un tanto desde el punto de penalti, los de Jagoba Arrasate no han vuelto a abrazarse sobre el terreno de juego. Ni en la Liga, ni en la Copa del Rey, ni en la Supercopa de España. En total, 487 minutos en blanco que han puesto al equipo contra las cuerdas y que, unidos a la imposibilidad de mantener acordonada su propia puerta, le han sumido en la serie más pobre de resultados de las últimas temporadas. En un laberinto del que debe escapar cuanto antes. La última vez que estuvo al menos cinco encuentros seguidos sin anotar fue hace dos décadas (2004-2005) y con Héctor Cúper en el banquillo.

El Mallorca, que desde principio de curso había economizado al máximo sus goles, se estancó por completo al arrancarle la última hoja al calendario del 2024 y la sonrisa con la que entraba en el túnel navideño se ha descompuesto para revelar un gesto de preocupación. La escuadra continúa en cabeza en ciertas facetas del juego —las estadísticas le señalan como uno de los más competitivos de la Liga en centros buenos (132) o en pases largos acertados (605)—, pero no genera el flujo futbolístico de hace un mes y medio ni remata con éxito las escasas oportunidades que fabrica. Terminó la primera vuelta promediando un gol por jornada y tras tres derrotas en las que no ha provocado un solo arañazo en el chasis del enemigo ha bajado ya a 0,86. Un registro empeora en las manos de Valladolid, Getafe y Real Sociedad.

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Aunque se trata de un mal colectivo, a la hora de buscar responsables los focos apuntan forzosamente a los últimos metros del campo. Entre los tres especialistas que hay en el vestuario del Mallorca suman más de la mitad de los goles (10 de 19), pero las cifras siguen siendo bajas y las sensaciones son mucho peores que en las últimas campañas.

En esa dirección, Cyle Larin es la principal referencia (5 goles) y quien aglutina los tres últimos tantos mallorquinistas que han recogido las cámaras de la Liga, aunque su rendimiento en lo que llevamos de año es igual de alarmante que el de sus socios. Especialmente inquietante es la situación de Vedat Muriqi. El Pirata, un faro en ataque desde que llagó a Son Moix, ha firmado tres dianas, las mismas que Dani Rodríguez y una más que el último ariete de la caseta, Abdón Prats, con casi mil minutos más sobre el terreno de juego.

Osasuna es el nuevo objetivo y Jagoba Arrasate tiene todavía unos días por delante para trabajar, reparar todas esas conexiones que ha estropeado el mes de enero y, sobre todo, encontrar la salida en el laberinto del gol.

El apunte

Cordero Vega pitará el duelo contra Osasuna

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció este jueves las designaciones para la 23ª jornada de LaLiga EA Sports, en la que el Mallorca recibirá en Son Moix a Osasuna (lunes, 21.00 horas). El partido será dirigido por Adrián Cordero Vega, que ya pitó el duelo de la primera vuelta en El Sadar (1-0) y el encuentro entre los baleares y la Real Sociedad de la séptima jornada que se saldó con una victoria bermellona (1-0). En el VAR estará el asturiano Pablo González Fuertes. En cuanto al resto de la jornada, César Soto Grado, del Comité Riojano, ha sido designado para dirigir este sábado el Real Madrid-Atlético y estará apoyado en el VAR por Ricardo de Burgos Bengoetxea, del Comité Vasco. El Sevilla-Barcelona lo dirigirá el canario Alejandro José Hernández Hernández, con Del Cerro Grande en el VAR.