Si el Mallorca viene de dos derrotas seguidas que han rajado de golpe su defensa, el Girona no se encuentra mucho mejor. Desde que ganó al Espanyol el 23 de noviembre no ha vuelto hacer la señal de la victoria, ha sido eliminado de la Copa del Rey por un equipo de Segunda RFEF (UD Logroñés) y ha visto como se iba por el desagüe el sueño de la Liga de Campeones. Además, lo ha hecho mostrando las costuras en ataque y enlazando tres encuentros seguidos sin marcar, uno en cada torneo.
El Girona buscará en Son Moix su tercera victoria de la temporada como visitante en la Liga —ha ganado al Sevilla y al Getafe— y la segunda de su historia en terreno bermellón. La única vez que ganó en el campo del Mallorca fue como equipo de Segunda División en la temporada 2014-15, con un gol de Fran Sandaza (0-1). Entre Primera, Segunda y Copa del Rey, el conjunto catalán ha perdido en cuatro de sus cinco últimas visitas y vivió sus peores momentos el curso pasado, cuando sufrió dos derrotas en poco más de un mes. Primero, a finales de enero, en una eliminatoria de cuartos de final que el Mallorca resolvió en poco más de media hora gracias a los tantos de Larin y Abdón y se complicó al final por la expulsión de Raíllo (3-2). Después, el conjunto de Míchel regresó a comienzos de marzo, con la Liga como telón de fondo, y fue superado con un gol de Copete (1-0), que podría ser precisamente la gran novedad en el once rojinegro de este fin de semana.
Si trasladamos el duelo entre Mallorca y Girona a los banquillos, el ganador parcial es Míchel. El vallecano se ha enfrentado nueve veces a Jagoba desde que ambos coincidieron por primera vez en Segunda en la temporada 2016-17, cuando uno estaba en el Rayo y el otro en el Numancia. El hoy técnico del Girona le ha ganado la partida a Arrasate en tres ocasiones y solo ha perdido en una, en junio de 2023 en El Sadar (2-1). El décimo cruce entre ellos tendrá muy poco que ver con los anteriores y decidirá cuál de los dos termina mejor un año que, a nivel global, ha sido muy positivo para ambos.
El Mallorca, por su parte, tendrá que responder a su mal momento sin el liderazo de Antonio Raíllo, un futbolista fundamental para Jagoba Arrasate y para el buen funcionamiento del grupo. El defensa cordobés, titular en todos los partidos que ha dirigido el técnico vasco desde su llegada, solo se ha perdido uno de los últimos 29 que ha jugado el Mallorca y fue para llegar más fresco a la final de la Copa del Rey de La Cartuja. Ese día (30 de marzo), Javier Aguirre le dejó en el banquillo de Mestalla y no le dio minutos durante el encuentro, que acabó en empate (0-0). La anterior ausencia de Raíllo había sido la del pasado 24 de febrero en Mendizorroza, tras ser expulsado en el partido contra la Real Sociedad de la jornada anterior. El Mallorca, que jugó con Copete, Valjent y Nastasic, empató gracias a un en los postres del defensa serbio.
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