Javier Aguirre, entrenador del Mallorca, observa el juego de su equipo durante el partido contra el Valencia en Son Moix. | Miquel Àngel Borràs

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El Real Mallorca puede llegar a los 50 puntos y, de paso, llenar un poco más la caja. Con todo hecho y sin grandes metas que cruzar en la última jornada desde el punto de vista deportivo, una victoria contra el Rayo Vallecano (Son Moix, domingo, 18.30 horas) sí puede suponer un buen pellizco en lo económico. La escuadra de Javier Aguirre se encuentra acampada en la duodécima posición, de la que ya no podría caerse en los noventa minutos que faltan por jugar. Sin embargo, sí que podría escalar hasta tres puestos en la tabla y llegar a la novena plaza, que además de permitirle cerrar el curso en la mitad superior le reportaría un extra superior a los 2,5 millones en ese reparto del 25 % de los derechos televisivos que se realiza en función de los resultados deportivos de los clubes. Es decir, en el mejor de los casos le corresponderían casi once millones y en el peor, algo más de ocho. Un cantidad notablemente superior a la del curso pasado que, en cualquier caso, tampoco ingresará de inmediato, sino que cobrará repartido a lo largo de las próximas cinco temporadas.

El techo del Mallorca ha quedado limitado a la novena posición tras la derrota en el Camp Nou y el resto de resultados del último fin de semana. Las escasas opciones de entrar en Europa se fueron por el sumidero en Barcelona porque aunque los baleares aún pueden llegar al medio centenar de puntos, que son los que tiene ahora mismo Osasuna, el cuadro navarro se enfrenta al Girona, que tiene 49 puntos, y uno de los dos rebasará esa cifra máxima a la que pueden aspirar los de Son Moix. Algo parecido sucede con la octava posición, ya descartada. Aunque matemáticamente es posible, requiere una carambola y unas diferencias de goles desproporcionadas que la convierten en inaccesible.

El desafío de los 50 puntos es otro de los atractivos de la tarde de despedidas que hay prevista para este domingo. El Mallorca, que en sus tres anteriores travesías por la Primera División no había llegado ni siquiera a los 40 puntos —39 la pasada, 33 en 2020 y 36 en 2013—, podría tocar una pared que cruzó por última vez en 2012 con Joaquín Caparrós al mando de las operaciones. En aquella ocasión llegó con 52 a la última jornada, siendo sexto y con opciones de meterse en Europa, pero se enfrentaba en el partido final al Real Madrid de Mourinho, que aunque ya había ganado el título se había propuesto llegar a los 100 puntos. Acabó octavo en la que sigue siendo su mejor marca desde entonces. Al margen de ese año, el Mallorca ha atravesado la línea del medio centenar de puntos en otras nueve ocasiones en la era moderna. Las cuatro primeras fue nada más ascender en 1997 y llegó a fijar su plusmarca en 71 puntos. Una cantidad que ahora parece de otra galaxia.

El que sí que tiene opciones, aunque mínimas —7,41 % —, de entrar en Conference League es el rival del Mallorca el domingo, el Rayo. Para sacar el pasaporte necesita ganar, que Osasuna y Girona empaten su partido y que el Athletic no se imponga en el suyo, que le medirá al Real Madrid en el Bernabéu. Para ese último encuentro, que el Mallorca jugará con una camiseta especial y tras el cual habrá una pequeña fiesta con los aficionados —similar a la de hace dos años en Segunda contra el Real Zaragoza, justo después de conseguir el ascenso pese a que en aquel momento todavía había ciertas restricciones por la pandemia—, Javier Aguirre recuperará a Kang In Lee y Antonio Sánchez tras cumplir un partido de sanción. La presencia del coreano será precisamente otro de los grandes reclamos del duelo, ya que podría tratarse de su último encuentro como futbolista del Mallorca. De quien sí lo será seguro es del colegiado valenciano Antonio Mateu Lahoz, que dirá adiós al arbitraje en Son Moix.

Descontento de Greif con su suplencia

Dominik Greif, portero del Mallorca, confirmaba este jueves en una entrevista a un portal de su país (‘Sport’) lo que era un secreto a voces. El eslovaco, suplente desde que llegó al club, primero por las lesiones y después por el buen rendimiento de Rajkovic, no se siente cómodo jugando tan poco y le gustaría que la situación cambiara. El portero, que el pasado domingo, tras ser titular en Barcelona, ya dejó un enigmático mensaje en sus redes sociales — «Primera y última vez en el Camp Nou»— cree que entre él y el Mallorca deberían buscar una salida: «Tiene que haber algunas conversaciones para cambiar mi situación», señala.