El Mallorca fue incapaz de reaccionar a su mal inicio, sobre todo, por la expulsión de Amath Ndiaye, que dejó al equipo con uno menos antes del primer cuarto de hora. El senegalés cometió una falta durísima sobre Alejandro Balde que no solo le mandó al vestuario enseguida, sino que envió al futbolista del Barça a la enfermería. El defensa culé, que dejaba el tapete llorando, estará casi dos meses de baja. El atacante del Mallorca, que lo hacía expulsado, ya no jugará hasta la campaña que viene.
Horas después de la jugada Amath reaccionaba en las redes y publicaba un mensaje en su cuenta de Instragram en el que se disculpaba con Balde por la acción, sin duda una de las más feas de la jornada: «Lo siento por la entrada, no era mi intención. Espero que te recuperes pronto», decía el senegalés.
Otro de los protagonistas del partido era Dominik Greif, que disputaba su segundo partido de Liga con el Mallorca. Y, como el primero, la temporada pasada en casa frente a Osasuna, acababa con una derrota y tres goles encajados. El portero eslovaco, al igual que Amath, también recurría a Instagram después del duelo. «Camp Nou por primera y última vez», escribía en inglés. Probablemente hacía referencia a que el portero titular en el último partido de Liga será Leo Román, aunque posiblemente también lo hacía abriendo la puerta a una posible salida del club en verano.
El invitado inesperado a la penúltima jornada fue Rubén Quintanilla, exfutbolista del Granollers y la Damm que debutó en los minutos finales, convirtiéndose en el 29º jugador que utiliza Javier Aguirre en esta Liga. El mediocentro tuvo más suerte que otros de sus compañeros del filial y en su primera convocatoria con los mayores oficializó su debut en Primera en un escenario icónico.
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