Predrag Rajkovic, portero del Real Mallorca, durante un entrenamiento del equipo en Son Bibiloni. | RCD Mallorca

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Para Javier Aguirre, las alineaciones del Real Mallorca las forman Predrag Rajkovic y diez más. 34 jornadas después, el serbio es el único fijo en la pizarra del mexicano y uno de los cinco futbolistas de Primera División que todavía no se han perdido un solo minuto de competición. El guardián de la portería Son Moix. Una posición poco abonada a los cambios que hace solo un año era un agujero. Llegados a este punto, en 2022 hasta cuatro guardametas distintos se habían colocado bajo el larguero (Manolo Reina, Leo Román, Dominik Greif y Sergio Rico) y, con la permanencia en juego, el puesto seguía sin adjudicar.

Rajkovic llegó en verano procedente del fútbol francés, donde algún periodista le bautizó como el Oblak de los pobres, para estabilizar una portería que se había pasado un montón de meses en erupción. Y lo ha hecho superando todas las expectativas. El mallorquinismo, que no tenía referencias demasiado profundas sobre él cuando se sumó junto a Muriqi a la concentración de pretemporada, tardó solo una jornada en empezar a conocerlo. En su primer partido oficial como bermellón, en San Mamés, mostró las primeras páginas de su catálogo y ayudó al Mallorca a meter en el granero el primero de esos 44 puntos de los que ahora presume orgulloso. Desde entonces solo se ha apartado de la portería en la Copa del Rey, en la que Aguirre le cedió los guantes a Dominik Greif. Ahora, con todo el trabajo hecho en el campeonato regular, habrá que ver si el mexicano rota también dentro del área o si le ofrece a Rajkovic la posibilidad de sumar el pleno de minutos en el campeonato.

Junto a Rajkovic, solo hay otros cuatro hombres que lo hayan jugado todo en la temporada 2022-23: Ter Stegen (Barcelona), Remiro (Real Sociedad), Mamardashvili (Valencia) y David Soria (Getafe). Y de todo ellos, solo el azulgrana y el txuri urdin han encajado menos goles durante los 3060 minutos que se han pasado vigilando la puerta de su equipo. El del Mallorca es, además, el segundo de LaLiga que menos tantos ha recibido en su propio estadio (12). El internacional serbio ha elevado el listón de una portería que, un año después, ha cicatrizado todas sus heridas.