Imagen del delantero del Real Mallorca Vedat Muriqi durante un entrenamiento en Son Bibiloni. | RCD Mallorca

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El oleaje de la victoria en Balaídos ha traído hasta la orilla de Son Moix un cofre en el que se esconde la mayor parte de la permanencia. El Real Mallorca, al que además le están ayudando los resultados del fin de semana, puede permitirse este domingo el lujo de guardar la calculadora en el cajón siempre y cuando encadene otro triunfo contra un necesitado Getafe. Después de casi dos meses encogidos, los baleares pueden llegar a la barrera de los cuarenta puntos e incrementar la distancia que les separa del precipicio antes de que las temperaturas se disparen del todo y la clasificación empiece a hervir (Son Moix, DAZN, 18.30 horas).

El Mallorca va a encontrarse con el contexto de partido soñado. Cubierto por un amplio margen en cuanto a puntos y jornadas, le abre las puertas de su estadio a uno de los participantes de la carrera por la supervivencia que tiene a la espalda. Y lo hace sabiendo que si patina el escenario no cambiará demasiado y que si gana habrá abrochado el objetivo principal de la temporada con un puñado de jornadas de adelanto. No será matemático hasta que el calendario vaya perdiendo capas, pero sí virtual.

A diferencia de los últimos encuentros, Aguirre ha recuperado a varias piezas de su puzle. El mexicano puede volver a contar con Copete y Jaume Costa, aunque también es probable que decida mantener a Hadzikadunic en la terna de centrales. Sobre todo si Raíllo, que arrastra algunas molestias, no llega del todo bien al encuentro. Los que siguen de baja y apartados de la muralla defensiva son Nastasic, Augustinsson y Gio, lo que ha propiciado una novedad en la convocatoria: la entrada de Benja Garay. El hermano del exfutbolista Ezequiel Garay, que acaba de cumplir 23 años, se formó en la cantera del Real Madrid y llegó al filial en enero avalado por Xisco Campos, que compartió vestuario con él en el Zamora. Josep Gayà también está en la lista de convocados.

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Otro de los que se reincorporan a las filas del Mallorca, en este caso a la zona ancha, es Dani Rodríguez. A las puertas de su partido número 100 en Primera División, el gallego vuelve para agrandar el catálogo de un centro del campo en el que ya ha encontrado su sitio Manu Morlanes. La gran duda es saber si el técnico mantendrá a Amath cerca de Kang In Lee y Muriqi. El senegalés, autor del tanto que reconciliaba al Mallorca con los triunfos a domicilio, está destacando en el ataque rojinegro pese a que debe ajustar el punto de mira.

El Mallorca tendrá delante al Getafe, situado a tres puntos de la entrada al pozo, que juega con la ventaja de conocer la derrota del Almería y sabiendo el resultado del Valencia —visita el campo del Elche a las 14.00 horas—. Para los madrileños, que llevan muchos meses cojeando fuera del Coliseum, el encuentro de este domingo es trascendental.

El cuadro azulón tendrá que mejorar sus prestaciones ofensivas después de tres partidos en los que no ha visto puerta, aunque esa mala racha es probable que no haga modificar a Quique su apuesta por la dupla atacante formada por Borja Mayoral y Enes Ünal. El turco es uno de los pocos delanteros de la Liga que mejoran los números de Muriqi.

El once titular del Getafe en Son Moix, según el buen rendimiento que ofreció el grupo en el último partido contra el Barcelona, podría ser el mismo que fue capaz de neutralizar al líder del campeonato con un empate sin goles. En defensa, Sánchez Flores tratará de limitar el radio de acción de Muriqi, que en los dos anteriores partidos contra los madrileños se quedó sin marcar.