Gio González, Kang In Lee y Nastasic lamentan el gol conseguido por Carlos Fernández para la Real Sociedad el pasado domingo en Son Moix. | Miquel Àngel Borràs

TW
1

Al Real Mallorca le cuesta empezar los partidos a tiempo. No destaca por su puntualidad la escuadra que dirige Javier Aguirre, que ha recibido casi la mitad de los goles que acumula en contra esta temporada (11 de 26, el 42,3%) en los primeros quince minutos de partido o justo al volver del descanso. El último ejemplo es el que consiguió el pasado domingo Carlos Fernández para darle ventaja a la Real Sociedad y comprometer otro encuentro en casa que después se arregló, al menos de manera parcial, con el primer tanto que festeja Kang In Lee sobre la alfombra del estadio de Son Moix.

El Mallorca pudo calcar el domingo el partido que hizo en la primera vuelta del campeonato en Anoeta, allá por el mes de octubre. Ese día Mikel Merino marcó a los cuatro minutos de juego y el marcador ya no volvería a moverse. Curiosamente, los baleares regresaron al hogar blanquiazul en enero para disputar los octavos de final de la Copa del Rey y el guion fue prácticamente idéntico. El goleador esa vez fue Rober Navarro cuando el cronómetro marcaba solo cinco minutos.

El cuadro bermellón ya recibió muy pronto el primer gol del curso, en la segunda jornada, en Son Moix y contra el Real Betis. Fue obra de Borja Iglesias, a los nueve minutos de función. Solo uno más (minuto 10) tardó Theo Bongonda en abrir el marcador en el Nuevo Mirandilla de Cádiz. Y contra el Elche, en el partido del Martínez Valero, el argentino Ezequiel Ponce destapó el duelo apurando el primer cuarto de hora de encuentro.

Los inicios de la segunda mitad son todavía más duros para el Mallorca. Solo se habían agotado dos minutos de la reanudación cuando Aimar Oroz agujereaba la portería de Rajkovic en El Sadar para darle la victoria a Osasuna y dejar a los isleños sin nada. A los 50 minutos anotó Samu Chukweze (Villarreal) hace unas semanas para apretar un partido que parecía controlado y, aunque al final esa diana no hizo daño, sí dificultó el camino del equipo en un momento clave.

Un minuto muy peligroso para el Mallorca es el sexto de la segunda mitad. El 51. En ese punto exacto del reloj ha encajado dos golpes duros la escuadra balear. El primero de ellos en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe, por medio de Borja Mayoral, que le amargó el último encuentro del año 2022. Y el más reciente en el RCDE Stadium de Cornellà, cuando el danés Martin Braithwaite rompió el empate y desniveló el electrónico a favor del Espanyol, ya sin vuelta atrás.

Otro final de intermedio complejo fue en Mestalla, donde Edinson Cavani puso por delante al Valencia a los 52 minutos aprovechando otra salida entre dudas que luego el Mallorca pudo rectificar. De hecho, ha sido la única vez que lo he hecho. En el minuto 53, el que también acertó y encontró en mitad de la diana de Rajkovic fue el sevillista Nemanja Gudelj, poniéndole su firma a un zapatazo que resultó crucial porque provocó la última caída en casa para el equipo isleño antes del Mundial de Qatar.