«Es, como dicen en España, un partido trampa», explicaba Aguirre sobre el encuentro contra el Elche. «Es el típico que todo el mundo espera que ganemos 3-0 en la primera parte y eso es muy difícil, contra el Elche y contra cualquiera. Hemos estado viendo vídeos suyos y compiten muy bien, aunque luego pierden por lo que sea, porque el fútbol tiene estas cosas. Merece todos mis respetos y no va a ser un partido fácil. Saldremos muy concentrados, como si fuera contra el Madrid o contra el Barça», añadía.
Aguirre también subrayaba los errores que viene cometiendo el Mallorca. «Desde el Mundial, salvo en Getafe, que salimos empanados, y quizás en Cádiz, hemos competido. Lo hicimos contra el Espanyol y lo hicimos también en Pamplona y en Sevilla. El golpe de autoridad queremos darlo cada semana, ser regulares. Porque no lo hemos sido. Ni en los resultados ni en el juego. No logramos media hora buena. Necesitamos hacerlo cada semana, siendo continuos».
En esa misma dirección, el Vasco apunta que los fallos que más le preocupan son los que se han destapado a la hora de darle salida al balón desde atrás. «Esos están en primer lugar», reconoce el técnico. «Nos hemos equivocado ahí siempre con el afán de mejorar con la pelota, que ha sido nuestro déficit. Llevo una evaluación de los errores técnicos y hemos mejorado mucho, pero cuando nos hemos equivocado nos ha costado algo», alegaba. «Nuestro trabajo está siendo irregular porque no hemos podido conseguir una estabilidad», agregaba luego.
El entrenador del Mallorca considera que los dos próximos partidos -Elche y Real Sociedad- «toman mayor relevancia por ser ambos en casa» y asegura que no le importan las estadísticas del equipo frente a los colistas. A su vez, entiende que la lucha por la permanencia se ha encarecido a raíz de los últimos resultados y que «puede que esta vez cueste algo más» que esos 42 puntos a los que hacía referencia la semana pasada.
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