Los jugadores del Real Mallorca se conjuran en los prolegómenos del partido disputado este sábado ante Osasuna en El Sadar. | Carlos Gil-Roig

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El Real Mallorca cambia de página con el gesto torcido. Aunque sigue flotando en las aguas más tranquilas de la clasificación, todavía lejos de las peligrosas corrientes del fondo, el equipo de Javier Aguirre no ha recuperado aún la figura que lucía antes del Mundial y encadena dos derrotas fuera de casa con un patrón muy similar: un inicio de partido aseado frente a un rival en horas bajas y un segundo tiempo para olvidar. Sin apenas tiempo para coser las heridas, mañana buscará algo de alivio y una dosis de confianza en una competición paralela y en un escenario maldito. Vuelve la Copa del Rey y eso suele ir emparejado a buenas noticias. El problema es que en esta ocasión va a cruzarle con el equipo de moda del fútbol español, la Real Sociedad, y en Anoeta, un campo en el que ha perdido en sus diez últimas visitas.

REALE ARENA
Un estadio prohibido

El hogar de la Real Sociedad lleva mucho tiempo cerrado para el Mallorca. Exactamente, desde el 22 de noviembre de 2003. Dirigido por Luis Aragonés, el cuadro bermellón se embolsaba ese días tres puntos gracias a un gol de Etoo que dejaba sin respuesta (0-1) a los donostiarras, comandados desde el banquillo por el francés Raynald Denoueix. A partir de ahí, todo han sido derrotas. Nueve en Liga y otra en Copa. La última de ellas, el pasado mes de octubre, en un polémico partido que resolvió un madrugador tanto de Mikel Merino y que condicionó el VAR al anular otro de Amath en el segundo tiempo (1-0). De hecho, en las siete últimas visitas a San Sebastián el Mallorca ni siquiera ha marcado. La última vez que vio puerta en terreno realista fue en marzo de 2007.

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UNA REAL DESATADA
Tercero en la Liga

La Real Sociedad es ahora mismo un rival a evitar. Instalado a la espalda de Barcelona y Real Madrid, el conjunto de Imanol Alguacil circula a toda velocidad. Ha ganado los siete últimos partidos que ha disputado —cuatro de Liga (Sevilla, Osasuna, Almería y Athletic), tres de Copa (Cazalegas, Coria y UD Logroñés)—, despliega un fútbol vistoso y funciona como un reloj sobre el campo. Jugadores como Alexander Sorloth, Martín Zubimendi, Brais Méndez o el propio Take Kubo viven las horas más dulces de su carrera y acaban de recuperar a una de sus piezas más valiosas, Mikel Oyarzabal, tras superar una grave lesión.

CUARTO CRUCE COPERO
Balance a favor de los baleares

Las estadísticas de los duelos entre la Real Sociedad y el Mallorca están de parte del conjunto balear. Se han enfrentado en cuatro ocasiones y en tres de ellas ha seguido adelante la escuadra rojinegra, aunque esta vez todo se decidirá a partido único. El Mallorca solo cayó en la eliminatoria de la temporada 1976-77, al caer goleado en el partido de vuelta (3-0) tras ganar por la mínima (2-1) en la ida. El conjunto insular pasó en la confrontación de octavos de la campaña 1959-60, en la de dieciseisavos de la 1965-66 —ganó los dos encuentros, 2-0 y 0-3— y en la de octavos de la 2011-12. En esa ocasión y dirigidos por Joaquín Caparrós, perdieron con claridad en Anoeta (2-0) y reaccionaron a lo grande una semana después en Son Moix, con una goleada histórica. Los goles del Chori Castro (2), Hemed (2), Nunes y Alfaro destrozaron a una Real que también se había adelantado en Son Moix (6-1).

CUARTOS DE FINAL A LA VISTA
A por la decimoquinta clasificación

Históricamente, la Copa del Rey ha sido un oasis de felicidad para el Mallorca. Mañana estará sobre la mesa el pasaporte para los cuartos de final del torneo, una ronda que el club balear ha disputado ya en catorce ocasiones. La última vez fue la temporada pasada, derribando una pared que llevaba diez temporadas en pie. Bajo el formato de estos días y todavía con Luis García Plaza al volante, se despidió frente al Rayo en Vallecas tras dejar en el camino a Gimnástica Segoviana, Llanera, Eibar y Espanyol. En la edición actual el Mallorca de Javier Aguirre ha ido viendo incrementado el grado de dificultad, aunque sus tres cruces, en los que no ha encajado ningún tanto, han sido frente a rivales de menor entidad. Goleó al Autol (0-6), tumbó por la mínima al Real Unión de Irún (0-1) y se deshizo en la prórroga del Pontevedra (0-2).