Los jugadores del Mallorca celebran el gol conseguido por Dani Rodríguez el pasado martes en el Stadium Gal de Irún que le daba al equipo balear la clasificación para la tercera ronda, donde se enfrentará al Pontevedra de Primera RFEF. | Carlos Gil-Roig

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La Copa del Rey le tiene reservado al Mallorca otro trago con solera. El conjunto balear se topará en la tercera etapa del torneo con el Pontevedra CF, un histórico del fútbol español con el que protagonizó numerosos enfrentamientos en la década de los sesenta y principios de los setenta. Esta vez los dos equipos resolverán sus diferencias a partido único, en el estadio municipal de Pasarón, el próximo miércoles 4 de enero (19.00 horas, Movistar+). El ganador tendrá asegurado un asiento en los octavos de final de una competición que empieza a estrecharse.

Como el Real Unión de Irún, rival del Mallorca en la ronda anterior, el Pontevedra cuenta con un amplio bagaje a la espalda. Con poca presencia en los pasillos del fútbol profesional desde hace tiempo —en los últimos cuarenta y cinco años solo ha jugado una temporada, la 2004-05, en Segunda División—, es el tercer club gallego que más campañas ha completado en Primera (seis, cinco de ellas seguidas) y vivió sus mejores días en los sesenta. En las últimas décadas se había convertido en un clásico de la ya desaparecida Segunda B, en la que compartía con la Cultural Leonesa y el Barakaldo el honor de sumar más temporadas que nadie. Actualmente milita en el grupo 1 de Primera RFEF, aunque tampoco pasa por su mejor momento. Solo ha ganado cuatro partidos de liga y va a pasar las fiestas navideñas enjaulado en los puestos de descenso. Por eso su entrenador, el ourensano Antonio Fernández, recalcaba tras conocer el resultado del sorteo y el emparejamiento con el Mallorca que la Copa tendrá para ellos la importancia justa y que sus fuerzas se centrarán, sobre todo, en el partido «vital» que jugarán días después contra un rival directo como el Badajoz.

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«No renunciamos a nada, para nosotros esto ya es un premio. Ojalá la gente nos lleve en volandas para intentar poder pasar de ronda», explicaba el técnico. A su vez, no ocultaba que esperaba otra cosa del bombo. «Teníamos la ilusión de que nos tocase un grande como el Real Madrid, Barcelona o Atlético, pero el Mallorca también es un equipo de Primera. Será un rival difícil, pero vamos a preparar el partido para intentar crearles los suficientes problemas para pasar la eliminatoria», señalaba Fernández. Para llegar hasta aquí, su equipo se ha quitado de encima al Manresa (1-3) y al Tenerife, al que liquidó el pasado miércoles con dos goles del senegalés Libasse Gueye (2-1). En su plantilla destacan el incombustible Charles Dias (38 años), con más de doscientos partidos en Primera sobre los hombros, o el exfutbolista del ATB Yelko Pino. Como curiosidad, también habita entre sus filas el delantero Jon Bakero, hijo de Jose Mari Bakero.

El Mallorca ya ha disputado otras dos eliminatorias de Copa contra el Pontevedra, ambas con signos distintos. En la primera de ellas (1961-62), que como ahora formaba parte del cuadro de los dieciseisavos de final, los baleares se imponían en los dos encuentros (4-1 y 1-2) para avanzar hasta la siguiente ronda. En la segunda (1964-65), en octavos, el cuadro insular ni siquiera era capaz de ver puerta. Empató en casa (0-0) y cayó en el hogar del conjunto gallego (2-0), que caería después contra el Athletic.

Además de esos partidos de Copa, los dos equipos también entrelazaron después sus caminos en Primera y Segunda División. La última vez que se vieron las caras en una cita de carácter oficial fue durante el ejercicio 1972-73, cuando ambos estaban en Segunda. En aquella ocasión y con José Luis Saso al frente, el Mallorca conquistaba el campo del Pontevedra con goles de Isidoro, Doval y Teixidó (1-3).