Resumen del partido que ha enfrentado al Elche CF y al Real Mallorca en el Martínez Valero en el duelo que cerraba la octava jornada de LaLiga en Primera División. | LPF

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El Real Mallorca salvó un punto ante el Elche, colista de Primera, (1-1) en un partido que tuvo de todo, desde la amenaza de suspensión por el mal tiempo a dos expulsiones, una por cada equipo (Boyé y Muriqi) y dos goles por cada equipo, el primero de Ezequiel Ponce a los catorce minutos y el empate de Muriqi de penalti a los 70. Sin embargo, ninguno de los dos equipos terminó con once jugadores tras las correcciones del VAR. Además, el partido se alargó prácticamente diez minutos más a la conclusión de los noventa. Al final empate y punto.

Una, dos y hasta tres ocasiones claras de gol falló el Mallorca antes de llegar al primer cuarto de hora. Ninguna acabó en las mallas de Edgar Badía mientras que Ezequiel Ponce sí acertó en un saque de esquina a los catorce minutos. Suele ocurrir cuando perdonas. Y ayer ocurrió. El equipo de Aguirre se fue al descanso perdiendo por la mínima y con esa cara de circunstancias que te queda cuando has fallado lo que no se puede fallar en Primera y en partidos donde el rival, al menos hasta ayer, no había demostrado nada.

Con la incertidumbre todavía en el cuerpo tras el temporal caído minutos antes y que obligó a empezar el partido con media hora de retraso, fue el Mallorca quien avisó primero protagonizando una oportunidad de gol de esas que no suelen darse muchas veces en la carrera de un futbolista. Galarreta saltó de cabeza para habilitar un centro perfecto a Muriqi. El kosovar aprovechó la incertidumbre de la defensa rival para plantarse ante Edgar Badía y decidir qué hacer. Tenía la posibilidad de tirar a ambos costados, pero envió la pelota directamente al cuerpo del guardameta. Fue una mala decisión.

A los cuatro minutos el Elche puso la réplica. Cufré evitó un susto mayor al rectificar a tiempo y frenar la internada de Jordán. El conjunto balear firmaba un partido más que aceptable tomando la responsabilidad y avanzando metros. Sabía que el partido era importante y que ante rivales de este tipo la victoria siempre tiene un componente de doble valor. Avanzó de nuevo metros el conjunto rojillo y Antonio Sánchez tiró de calidad para meterse en el área rival y recibir un claro pisotón de Bigas.

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Penalti claro y nueva oportunidad para marcar por parte de Muriqi. Sin embargo, el kosovar telegrafió en exceso sus intenciones y se lo puso otra vez fácil a Edgar Badía para enviar a corner. Jarro de agua fría por ración doble. Otra desgracia. En el saque de esquina posterior de nuevo el gol sobrevoló por la meta del Elche. Copete remató por delante de hasta tres compañeros suyos arrebatándoles una posición de remate más cómoda. Otra ocasión perdida.

Y tras perdonar lo imperdonable llegó el gol del Elche, que a los catorce minutos se avanzó de corner. Un saque de esquina mal defendido lo remató de cabeza Ezquiel Ponce, que peinó lo justo para enviar el balón lejos del alcance de Rajkovic. El uno a cero obligaba todavía más al Mallorca a ser dominador del juego, a mostrarse más activo todavía y a no cesar en su empeño de ser protagonista con el balón en campo rival. Lo intentó, pero la iniciativa no tuvo resultados y el juego se fue perdiendo entre intenciones faltas de precisión.

En la segunda parte costó mucho darle continuidad al juego, aunque el Mallorca sacó superioridad numérica a los 60 minutos tras expulsar el colegiado a Lucas Boyé por una dura falta sobre Valjent. El jugador del Elche entró a los 55 minutos y apenas tres después se marchó y dejó a su equipo con diez. Eso motivó que Aguirre provocara un cambio en el dibujo sacrificando un defensa como Copete y dando entrada a Angel delante situándose junto a Muriqi. Amath estaba también en el campo. Era momento para dar definitivamente un paso adelante. Y el Mallorca lo dio. Un balón metido al interior del área lo despejó Edgar Badía arrollando a Raíllo. El colegiado señaló penalti y en esta ocasión Muriqi ni dudó ni se detuvo a medio camino. Su lanzamiento acabó en gol. Empate a uno a falta de veinte minutos. El partido estaba roto y Muriqi se encargó de fracturarlo al provocar su expulsión a los 83 minutos en su intento de zafarse de la marca de Pere Milla.

A partir de ahí a sufrir durante nueve minutos más. Pere Milla casi marcó a los 88 minutos tras rematar de cabeza entre Maffeo y Valjent con Rajkovic batido. Fue un susto de esos que te dejan helado.