Robert Sarver. | Reuters

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No cesan las reacciones a la multa contra Robert Sarver, accionista del Real Mallorca. El vicepresidente de los Phoenix Suns, Jahm Najafi, pidió este jueves la dimisión de Sarver, dueño de la franquicia de Arizona que fue sancionado con un año de suspensión y multado con un millón de dólares por comportamiento abusivo con sus empleados. «Semejante comportamiento por parte de cualquier 'CEO', director ejecutivo, presidente, profesor, entrenador, o cualquier otra posición de liderazgo provocaría una despedida inmediata. El hecho de que Robert Sarver sea dueño del equipo no le da derecho para tratar a los demás de forma distinta», escribió Najafi en una carta abierta recogida por los medios estadounidenses.

«Mi conciencia no me permite quedarme parado y permitir que nuestros niños y nuestras futuras generaciones de aficionados piensen que este comportamiento es tolerable por el bienestar económico y los privilegios. De acuerdo con mi compromiso de erradicar todo tipo de racismo y sexismo, como vicepresidente de los Phoenix Suns, pido la dimisión de Robert Sarver», agregó.

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A esta carta abierta se sumó también una nueva intervención de Adam Silver, comisionado de la NBA, quien reiteró que el comportamiento de Sarver «es indefendible», al comentar las recientes polémicas recibidas por ordenar una sanción considerada insuficiente. «Creo que hemos gestionado la situación de manera correcta, teniendo en cuenta la totalidad de lo sucedido», afirmó Silver. La NBA anunció el martes que ha sancionado a Robert Sarver, propietario de los Phoenix Suns de la NBA y de las Phoenix Mercury de la WNBA, con un año de suspensión y una multa de 10 millones de dólares por comportamiento abusivo en el entorno laboral y trato vejatorio a sus empleados. Esta sanción -10 millones es la multa máxima establecida en las reglas internas de la liga- es el fruto de una investigación de la NBA surgida a partir de un reportaje de ESPN publicado en noviembre de 2021, que había hablado con más de 70 trabajadores y exempleados de Sarver que le acusaron de racismo y machismo dentro de un ambiente laboral tóxico.

Sarver es también accionista del Real Mallorca del fútbol español. La investigación de la NBA, que examinó más de 80.000 documentos y que entrevistó a 320 personas entre empleados y extrabajadores, concluyó que Sarver usó en al menos cinco ocasiones un gravísimo insulto racista contra la población afroamericana. La liga también determinó que Sarver hizo muchos comentarios sexistas y derogatorios sobre mujeres, aseguró que su comportamiento «humillante» también incluyó «gritos» e «insultos» a sus trabajadores, y señaló que «su conducta violó claramente los estándares comunes del entorno laboral».