Jugadores del Real Mallorca durante un entrenamiento. | Real Mallorca

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La crisis económica que ha dejado la pandemia y el exhaustivo control financiero que ejerce La Liga está provocando que los equipos se lo piensen dos veces antes de mover ficha en el tablero de los fichajes. Actualmente, tan solo se han invertido 237.900.000 euros, de los cuales, 138 millones se lo reparten Madrid y Barcelona. De este panorama económico, no se escapa nadie, ni el Real Mallorca, que únicamente ha incorporado a José Copete, ha formalizado la opción de compra obligatoria de Pablo Maffeo que asciende a 3,5 millones de euros y ha ampliado el contrato a Grenier y al joven Leo Román hasta 2026.

Con esta situación, el Mallorca está viviendo el verano menos movido hasta la fecha de los últimos diez años. La dirección deportiva dirigida por Pablo Ortells está estancada indagando en el mercado para buscar uno de los siete u ocho fichajes que quiere afrontar la entidad balear. A día de hoy, con la incorporación de Copete, la plantilla que dirige Javier Aguirre ha puesto rumbo a Fulpmess con más descartes que jugadores que cuenten para el técnico mexicano. Echando la vista hacia atrás, en la temporada 2012-13, el Mallorca ya había incorporado a Arizmendi, Antonio López, Javi Márquez, Rubén Miño. Un total de cuatro jugadores, a los que más tarde les acompañaron siete futbolistas más para completar un mercado con 11 altas. Sin embargo, los buenos movimientos en la ventana veraniega no fueron suficientes para salvar la categoría en una temporada demasiado complicada.

Al año siguiente, en Segunda División y con el objetivo de volver de inmediato a Primera División, la entidad palmesana se reforzó rápidamente para reforzar el equipo en vistas de un año que acabó siendo más complicado de lo esperado. Antes del 14 de julio, se fichó a Thomas Partey, Gerard Moreno y Agus García. Tras estas tres incorporaciones, el Mallorca se reforzó con ocho jugadores más, haciendo un total de 11 nuevos futbolistas. En la temporada 2014-15, fueron 17 las incorporaciones totales que se llevaron a cabo. Antes de llegar a las medianías de julio aparecieron por Son Bibiloni, el guardameta Jesús Cabrero, Guillem Truyols, Manuel Arana y Pau Cendrós. Más tarde llegarían diferentes refuerzos que cuajaron la mejor temporada ‘barralet’ en la fúnebre etapa del club isleño en La Liga Smartbank.

Llegada de Sarver

Después de un año complicado y con el aterrizaje de los americanos en la isla, la entidad, comandada por Maheta Molango, se puso manos a las obras temprano para poder asaltar el ascenso en la temporada 2015-16. Sin embargo, el resultado fue todo lo contrario. Antes del 14 de julio, se cerró a Thierry Moutinho, Joan Oriol, Eduard Campabadal, Timon Wellenreuther y ejerció la opción de compra de Héctor Yuste. Tras estas cinco incorporaciones, llegaron 10 futbolistas más que protagonizaron una temporada agónica que se selló con una victoria en el José Zorrilla por 1-3 ante más de 800 aficionados mallorquinistas alentando al equipo de Fernando Vázquez. En el curso del dramático descenso a Segunda B, el Mallorca cristalizó un mercado 2016-17, a priori, bastante aceptable y con altas miras. El final fue totalmente diferente al esperado a finales de agosto. Las dos primera semanas de julio llegaron Juan Culio, Juan Rodríguez, Juan Domínguez, Roberto Santamaría, Antonio Raíllo y el veterano Jon Ansotegi. Después de 36 años, el Mallorca afrontó el retorno a Segunda B con la intención de reestructurar el club de arriba a abajo y de catapultar a la entidad de nuevo hacia cotas mayores.

En el año de la resurrección deportiva, con Javi Recio a la cabeza de la dirección deportiva, la institución isleña fichó antes del 14 de julio a Abdón Prats, Manolo Reina, José Ángel, Rufo, Javier Bonilla, Xisco Campos, Fran Grima y Álex López. Cabe recordar que también aterrizaron en la ciudad deportiva Antonio Asensio, Néstor Salinas y Jony Ñíguez, pero no llegaron a debutar. De los últimos 10 años, ha sido el curso más prolífico en cuanto a fichajes, ya que se formalizaron 19 en total, para acabar ascendiendo en Miranda de Ebro. De vuelta en el fútbol profesional, la temporada 18-19, que supuso el segundo ascenso consecutivo, empezó de manera más que animada. Hicieron el trasvase aéreo antes del 14 de julio.   

Regreso a Primera

Siete años después del último año en Primera, el retorno a la máxima categoría en la 19-20, supuso una nueva revolución para afrontar el curso con ciertas garantías. Se formalizaron los pagos de Ante Budimir y Martin Valjent tras su primera etapa de cesión y llegaron cuatro jugadores más. Aleksandar Sedlar, Aleix Febas, Pablo Chavarría y Álex Alegría fueron los primeros en vestirse de rojo en la vuelta a La Liga. Cuatro futbolistas que no tuvieron protagonismo con el técnico de Massanassa, que terminó peleado con la dirección deportiva y con un descenso bajo el brazo. De vuelta en Segunda en la 2020-21 y con Luis García como nuevo técnico, los bermellones realizaron un mercado poco provechoso en cuanto a cantidad de jugadores. Ya que el año estuvo condicionado por la COVID, a estas alturas, el mercado estaba parada porque faltaban dos jornadas para finalizar el campeonato liguero. La liga siguiente empezó 50 días después, el mercado empezó mucho más tarde debido a la Champions y los fichajes llegaron con el campeonato iniciado.

Por último, la temporada pasada, los isleños afrontaron el mercado de fichajes con mucho tiempo de margen y a mediados de julio ya se había reforzado el grueso de la plantilla. Para el curso 2021-22, Luis García pudo contar antes de la tercera semana con Pablo Maffeo, Ángel Rodríguez, Dominik Greif, Jaume Costa y a Amath como jugador mallorquinista a todos los efectos. Más adelante, la nefasta planificación obligó a Ortells ir al mercado de invierno con muchas urgencias para acabar con un balance de 14 altas que sirvieron para salvar la categoría. Este año las complicaciones económicas están atrasando mucho los fichajes y el Mallorca se encuentra con una situación complicada porque la mayoría de jugadores no cuentan con el beneplácito del técnico y las urgencias aprietan a un mes del inicio de competición.