Ortells ha hablado durante la fiesta de aniversario de la Penya Es Vici de Campos. | miquel a. canellas

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A mitad de camino entre el descalabro contra el Granada y la complicadísima visita al Sánchez Pizjuán, el Mallorca trata de recomponerse a todos los niveles para buscar una salvación que se ha ido empinando por momentos. De momento, el club mantiene encendida la vela de la esperanza. Así se reflejaba este mismo lunes desde todos los estamentos de entidad durante la fiesta de aniversario de la Penya Es Vici de Campos, a la que asistían el CEO de negocio, Alfonso Díaz, el director de fútbol, Pablo Ortells, y el segundo entrenador del primer equipo, Toni Amor.

«Hay que estar a tope, nos quedan tres partidos y el equipo está vivo, aunque hay que demostrarlo en el campo. Tenemos muchas ganas de que llegue el partido de Sevilla», explicaba Ortells. «Mientras haya vida tenemos que luchar. Sabíamos que sería un año difícil. No soy de hacer cuentas y para mí el partido del Sevilla tiene toda la importancia del mundo porque es el siguiente. El otro día fue triste y difícil porque invitaba todo a una cosa muy diferente y no salió bien. A partir de ahí, hay que hacer autocrítica y corregir errores. Pedimos disculpas por ese día porque no salió nada, pero no queda otra que levantarse».

Sobre el estado de ánimo de la plantilla y el cuerpo técnico, Ortells asegura que permanece intacto. «Tienen ilusión, tienen ganas, saben lo que se están jugando y lo van a dar todo», alega el máximo responsable de la parcela deportiva, que también era cuestionado acerca de la respuesta de la afición a la goleada del pasado fin de semana. «El aficionado tiene que hace lo que ha hecho, que es animar a los jugadores. Lo que hay que hacer entre todos es sumar. Y sumar pasa por animar para estar juntos».

Ortells, a su vez, era interrogado por las posibles salidas nocturnas de algún jugador tras la derrota ante el Granada. «No sé lo que ha salido o lo que ha dejado de salir. Los jugadores son profesionales y se tienen que cuidar. Ser futbolista no es solo jugar, conlleva muchas cosas. Deben ser un ejemplo, estar metidos, cuidar cada detalle. Quedan tres partidos y tenemos que sacrificarnos todos. Nos han llegado cosas y lo último es que parece que el chico en cuestión salió a cenar con un amigo y le sacaron una foto. No sé más».

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Por su parte, Toni Amor, destaca que el partido del Granada fue «una gran decepción para todos. Tenemos un compromiso moral con toda esa gente que vino a apoyarnos el otro día y lo único que debemos hacer ahora es darlo todo hasta el final. El otro día llegábamos con buenas sensaciones al descanso y de repente empezaron a pasar cosas que escapaban de nuestro control, como errores individuales y errores poco habituales. Fue una tormenta perfecta contra nosotros. Me fui muy mal, sobre todo por la gente».

Amor, en cualquier caso, no cree que la plantilla del Mallorca se haya visto superada. «Cuando estás abajo vives en una montaña rusa de emociones y al ganar piensas que estás salvado y al revés. Ni una cosa ni otra. Hay que mantener el equilibrio emocional y tener amor propio. ¿Por que no podemos ganar nueve puntos y salvarnos? Pero hay que estar convencidos».

El segundo de Aguirre asegura que el técnico aún no ha decidido quién jugará en Sevilla en ninguna posición del campo y aprovechaba la ocasión para defender públicamente a Sergio Rico. «Ahora está mal, como todos, pero me parece muy injusto que todo se centre sobre él cuando los primeros responsables somos el cuerpo técnico. No se puede culpar solo a una persona después de un 2-6», apuntaba.

«Cualquier cosa que pase en el vestuario se tiene que arreglar dentro, lavar los trapos sucios en casa y decirnos las cosas a la carita. A la persona que haga algo se le va a decir, pero ahora no podemos perder el tiempo en nada de eso, sino mirar a Sevilla. Necesitamos puntuar y ganar», sentenciaba el técnico mallorquín sobre las escapadas nocturnas de algún miembro de la plantilla.

Por último Alfonso Díaz ponía el foco en la afición. «Lo del otro día fue increíble, la respuesta de le gente fue brutal y solo podemos darle las gracias. El partido fue malo y el resultado, difícil de entender, pero se intentó. La segunda parte fue un poco desastre pero hay que continuar, porque hay tres partidos por delante y tenemos que dejarnos la vida todos», sentenciaba.