El entrenador del Mallorca, Javier Aguirre, durante el partido de Liga en Primera División que disputan FC Barcelona y RCD Mallorca. | Efe

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El técnico del Real Mallorca, Javier Aguirre, aseguró que se marchaba del Camp Nou «satisfecho con el rendimiento, pero no con el resultado» y con la misma sensación de optimismo con la que llegó al banquillo bermellón. El preparador mexicano apuntó que tanto su planteamiento como el once elegidos para enfrentarse al Barça no estuvieron mediatizados por el próximo duelo ante el Granada y señaló sobre las posibilidades de haber atrapado un resultado positivo siendo más atrevido que se trataba de «una cuestión de ópticas».

«Si nos atrevimos o presionamos más o menos alto son opiniones e ideas. Hubo momentos que fuimos más adelante y otros no tanto, pero resulta difícil quintarle la pelota al Barça. Jugamos a intentar concretar alguna ocasión de la que tuvimos, pero metimos una y otra, la de Fer Niño, no. Es muy complicado hacerle tres o cuatro llegadas claras a un rival de esta entidad y es la historia de siempre, no invento nada, al final de cuentas es una cuestión de ópticas y yo me voy satisfecho con el rendimiento, aunque no lo haga con el resultado», analizó Aguirre.

Las variaciones en el once titular fueron, según el entrenador mallorquinista, «como cada semana buscando a los jugadores más adecuados, pero no por pensar en el mañana». Cuestionado sobre la suplencia de Baba, que se habría perdido el trascendental choque del sábado ante el Granada en caso de ver una amarilla ante el Barça, esquivó el tema. «Se hace raro ver al francés o al americano, pero han entrenado bien. El Mallorca me da una lista jugadores y no me dice si unos juegan siempre. En los cinco partidos que llevo aquí han jugado todos menos Reina y todos pelean, pero juegan once y tengo que decidir», señaló.

Confianza

Ni el juego ni el resultado de ayer alteran la opinión de Javier Aguirre sobre las posibilidades de salvación de los suyos, ya que incidió en que es «optimista desde que me llamó el Mallorca». «Vi la plantilla, el calendario y pensé que sí se puede. El equipo venía de seis derrotas seguidas y tenía el ánimo bajo. Perdimos en Getafe y se complicó el tema, pero soy optimista. No se va a decidir hasta el final y estamos en ello. Creo que será en el último minuto de la liga porque todos peleamos», observó.
Acerca de la entrada de Take Kubo en el tramo final del choque, el técnico mexicano explicó que la intención era que el nipón «jugara libre». «Take (Kubo) es un jugador desequilibrante y no puede estar atado en una banda o con una misión específica defensiva, así que quería que jugara detrás del nueve como mediapunta y me gustó. Pateó y lo intentó. Me gustaría que tuviera más minutos, pero me gustó su rendimiento», añadió.

El neerlandés Frenkie de Jong, por su parte, aseguró que su equipo mereció la victoria. «Estábamos jugando mejor que ellos. Fuimos mejores y merecimos la victoria», apuntó el medio azulgrana, que destacó la importancia de los tres puntos: «El primer objetivo es clasificarse para la Liga de Campeones y luego queremos acabar segundos para jugar la Supercopa», indicó.