Imagen de parte de la plantilla del Mallorca B antes de un entrenamiento. Muchos de los ausentes han encadenado sesiones de trabajo y convocatorias con el primer equipo, como Leo Román o Llabrés. | RCDM

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El mejor equipo de Tercera División en España es el Mallorca B, campeón del grupo balear y que este fin de semana ha sellado el ascenso a la Segunda RFEF. Sus números son espectaculares. Con 92 puntos y 91 goles a favor, el equipo de Julián Robles no tiene rival. Solo el Atlético de Madrid B le sigue la estela en el grupo G7 con 83 puntos, pero muchos menos goles, 66. El tercer mejor equipo sería el Manacor, que con 76 puntos formaría el tridente de equipos con mayor calidad de todo el país.

Este fin de semana, el conjunto dirigido por Robles ha logrado el objetivo y lo ha hecho a falta de cuatro jornadas y con el reto de superar los cien puntos. «Ha sido un año muy bonito y estoy muy contento por los jugadores», explicaba el técnico mallorquinista. «Muchos de ellos estas últimas temporadas habían sufrido la otra cara, la de no ascender, y ahora se han quitado la espina de encima. Además ha sido un año donde tres jugadores del filial han debutado con el primer equipo y esto siempre es importante», relataba el técnico. En su opinión, la clave de esta gran temporada ha sido el «compromiso» exhibido por todo el grupo. Es evidente que hay un gran nivel de calidad y talento, pero para Julián hay otro aspecto determinante.

Cuerpo técnico. Xavi Francisco (readaptador), Adrián Castro (segundo); Julián Robles (entrenador), Enric Borrás (preparador físico); Joana Maria (fisioterapeuta) y Carlos López (analista). Ausentes: Montserrat Vallespir (entrenador de porteros), Alejandro Trujillo (analista), Miguel Tejada (encargado de material), Xisco Rotger (delegado) y Pedro Valado (delegado). Ellos han sido los comandantes de un equipo estelar.

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«Tiene un gran valor el trabajo y compromiso de todos los futbolistas, especialmente de los que menos han participado o no han tenido tantos minutos. Todos han sumado desde el primer partido hasta el último. Tuvimos también que sobreponernos a lesiones de larga duración como la de Imanol, Víctor, Miki, Gálvez y siempre había jugadores a caballo entre el primer equipo y el filial. Como he dicho, todos han dado lo mejor de sí para poder concretar este ascenso de categoría», manifestaba el entrenador. Robles, que todavía no ha renovado, pero que asegura que «no habrá ningún problema para hacerlo cuando nos sentemos», elogia también a los rivales con los que ha luchado en la zona alta. «Ha habido buenos equipos como el Platges de Calvià, con los que siempre jugamos partidos muy competidos, sin olvidar el Manacor que está ahí segundo, el Santanyí de Tato y Poblense y Llosetense, que ha hecho un buen proyecto. No ha sido nada fácil», apuntaba Julián.

Exigencia

Con el ascenso en el bolsillo, ahora se trata de mirar ya al futuro. La Segunda RFEF es una categoría más exigente que la Tercera. «Será para nosotros un reto muy importante», apuntaba Julián. Resuelto el ascenso de categoría por parte del filial, ahora el club centra todos sus esfuerzos y el trabajo diario en conseguir que el primer equipo se mantenga en Primera División. Sin duda tan importante es mantenerse en la categoría de oro como que el filial pueda ir tomando contacto con grupos profesionales porque todo esto irá en beneficio de la formación de jugadores de cara al futuro.