El guardameta Sergio Rico se estira para detener el penalti el pasado sábado ante el Getafe. | Carlos Gil-Roig

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Solo vale ganar o ganar. El Mallorca juegaeste sábado (16:15 horas) ante el Atlético con la necesidad, mejor dicho, con la obligación de sumar tres puntos que le permitan seguir con pulso en la recta final de la temporada. Es momento de no fallar en el último estirón del curso sea quien sea el rival. Hoy es el conjunto rojiblanco, el tercer grande de la Liga y el vigente campeón. En condiciones normales habría que recurrir a la excusas que se han hecho típicas este año del presupuesto, la calidad, el talento, los títulos y el historial... Sin embargo, siendo sideral la distancia entre un equipo y otro, hoy solo vale ganar. El Mallorca busca desquitarse de esa fase de siete derrotas consecutivas y tomar contacto de nuevo con una victoria que reafirme las esperanzas de salvación.

El once balear sigue metido en el lodazal de la clasificación (es antepenúltimo con 26 puntos, dos por debajo del Cádiz con 28) y por lo tanto la victoria es innegociable porque en estos momentos hay que sumar de tres y esperar a que el resto de implicados en esta guerra fallen. Solo así las cuentas saldrán. Solo así se mantendrá vivo en la lucha por la permanencia. Solo así habrá esperanza. Deportivamente Javier Aguirre tiene dos bajas más para este partido, Salva Sevilla, que se cae por problemas musculares y Franco Russo, sancionado con un encuentro. Galarreta y Dominik Greif son las otras dos ya de larga duración. Las buenas noticias son la recuperación de Martin Valjent y de Raíllo, el primero superado ya el proceso de coronavirus y el segundo tras el partido de sanción.

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Sin embargo, la ausencia del almeriense obliga a recomponer un tanto el plan inicial. Resta por ver si el mexicano mantendrá la línea de cinco atrás o no. En caso de que prolongue el plan exhibido en el Alfonso Pérez, el Mallorca podría plantarse con una retaguardia formada por Valjent, Raíllo y Oliván en el centro y Jaume Costa y Maffeo en los costados. Baba y Antonio Sánchez tomarían el mando en la sala de máquinas junto a Dani Rodríguez mientras que Ángel y Muriqi serían las puntas de lanza. Ese podría ser un plan inicial, pero está por ver si Aguirre lo mantendrá y si después el partido tendrá los matices previstos en el guion para darle continuidad.

Efectividad

El estilo ahora poco importa, mejor dicho, es lo menos importante siempre y cuando el fin justifique los medios. En Getafe el equipo no hizo nada para ganar cuando estaba con once. Después con diez y con Mateu Lahoz convertido en protagonismo todo se complicó. Ante el Atlético será necesario promover algo más de fútbol. No hace falta que sea ni bonito, ni vistoso, ni que levante al aficionado de sus asisentos. El juego hoy tiene que ser práctico y sobre todo efectivo. Si el plan es nutrir balones a Muriqi hay que hacerlo con más o menos continuidad y no tan a cuenga gotas. Si el reto es mantener la portería a cero hay que ser firmes en defensa y evitar vacíos de concentración. Efectividad por encima de todo. ¿Dará esto para ganar a una superpotencia como el Atlético? Aparentemente no, pero tampoco hay más alternativas en un Mallorca que anda justísimo en todas las líneas. La necesidad de equilibrar el juego y dotar al grupo de mayor consistencia en el juego defensivo hace que Kubo y Kang In Lee tengan muchos números para seguir en el banquillo.

Se trata de dos jugadores con un claro talante ofensivo, pero nula capacidad para defender y ahora lo que toca es alargar la manta y cubrir bien la cabeza, aunque para ello los pies queden muy al descubierto. El Atlético llega con la cabeza puesta en la Champions. No se puede estar en tantos frentes al cien por cien y a eso debe agarrarse también el equipo bermellón. Por lesión no estarán Héctor Herrera y el uruguayo José María Giménez, por tercer y segundo partido consecutivo respectivamente. Tampoco el argentino Ángel Correa, sancionado. Aún así es un gran equipo. Será difícil, pero hay que encontrar el camino del triunfo.