García Plaza sentando en el banquillo, durante el partido contra el Espanyol.

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El ciclo de Luis García Plaza en el Real Mallorca se ha agotado. La propiedad, a instancias de la dirección deportiva, ha tomado la decisión de despedir al entrenador madrileño y rastrea el mercado en busca de un sustituto.

Seis derrotas consecutivas y la caída del equipo a puesto de descenso a Segunda sustentan la decisión adoptada por el club balear, aunque el argumento que más peso ha adquirido a la hora de tomar esta decisión es la enorme fractura que se ha producido en el vestuario.

Una facción significativa del plantel ya no cree en los métodos de su entrenador y la involución del equipo es evidente. La enorme bronca que se registró en el vestuario del equipo tras el partido ante el Espanyol (1-0) ha precipitado los acontecimientos.