Luis García Plaza y Vicente Moreno durante un partido. | M.A. BORRÀS

TW
0

Luis García Plaza frente a Vicente Moreno. Los técnicos de Mallorca y Espanyol volverán a coincidir esta tarde en el área técnica de Son Moix en el que será su cuarto careo de estas dos últimas temporadas. Baleares y pericos, que el curso pasado protagonizaron una intensa rivalidad enmarcada en la subasta por el ascenso, discutirán esta vez por ver cuál de los dos sigue vivo en la Copa del Rey y emite el billete para los cuartos de final del torneo.

«Será un partido bonito», anuncia LGP, que espera a un Espanyol «con dinamita arriba, que está bien trabajado por su entrenador y que sabe a lo que juega». «Tendremos que competir al máximo para poder pasar», avanza el preparador madrileño. «Nosotros siempre nos hemos tomado la Copa con mucho interés y ojalá ante el Espanyol seamos capaces de sacar la eliminatoria adelante. Si pasamos, genial, pero si no es así, fenomenal también».

Fuera de los límites del campo, Luis García niega que exista una rivalidad entre los dos técnicos, aunque le deja un mensaje a Moreno. «Que le dé la mano depende de él. Me la dio cuando ganó —la temporada pasada en Segunda—, y no lo hizo al perder —el pasado mes de agosto, en Primera—. No somos amigos pero no nos llevamos mal. Le suelo dar la mano a todos los entrenadores rivales, aunque el Cholo no la da. La pasada jornada en Valencia esperé un minuto para saludar al entrenador del Levante».

En ese sentido, VM también tiene su propia versión de los hechos. «Normalmente, en todos los casos, siempre doy la mano antes de los partidos y al terminar, algunas veces sí y otras no». El de Massanassa asegura que tras el compromiso de Liga en la primera vuelta sí felicitó y dio «la enhorabuena» a su sucesor en el banquillo del Mallorca. «Después del partido y dentro, coincidí con él, le di la mano, le felicité y le di la enhorabuena. No sé qué información tenéis».

Para Vicente Moreno, será la tercera visita a Son Moix en los últimos once meses, aunque será la primera en la que se reencuentre con la mayoría de los abonados del club. En ese sentido, destaca que su vuelta es «especial», pero que también lo es para el resto del equipo. «Si en algún lugar es fuerte el Mallorca es en casa. Su gente empuja y hay buen ambiente y siguen siendo peligrosos. Además, entre semana no tienen partido, por lo que estarán centrados al cien por cien en la Copa. Va a ser un partido disputado, con un equipo apretando y que va a intentar ganar».

Luis García, por su parte, va más allá de la Copa y está convencido de que el Mallorca reaccionará y acabará salvando la temporada, más allá de lo que pase en el mercado de fichajes: «Todos los equipos necesitan reforzarse, pero insisto en que con esta plantilla seremos capaces de cumplir el objetivo de la permanencia. Estoy convencidísimo de que en mayo estaremos en Primera, eso sí, y como no puede ser de otra manera, sufriendo mucho».