Imagen de los futbolistas del Real Mallorca, antes del inicio del partido en Granada. | Carlos Gil-Roig

TW
2

El virus condiciona el primer partido del año en Son Moix donde un Mallorca mermado por las bajas recibirá a un Barcelona también golpeado por la COVID. En el club balear la normalidad ha sido esa, la de las ausencias continuadas, mientras que en el Barça la oportunidad es magnífica para cubrirse por un posible nuevo fracaso. Llorar preventivamente suele ser refugio de los equipos pequeños, pero no debería ser patrimonio de los grandes. El choque de esta noche (21:00 horas, Movistar LaLiga) llega después de que los baleares despidieran el curso tras perder ante el Granada por cuatro goles a uno.

Hacer un recuento de la tropa que no puede situarse en la trinchera hoy ante el Barcelona evidencia que el potencial del equipo rojillo ha quedado tocado. Cuatro de las ausencias del club son debidas a la pandemia del coronavirus, aunque la política del Mallorca es no hacer públicos los nombres. Las lesiones van a dejar otra vez en la grada a Raíllo, Hoppe, Joan Sastre, Amath y a Greif, aunque lo cierto es que hay que esperar a hoy para conocer si alguno puede estar o no a disposición del entrenador. En el Barça la herida es más profunda ya que entre los siete contagiados, más los lesionados y sancionados, son una quincena las ausencias azulgranas. En ambos casos las bajas debilitan a los dos equipos y el pronóstico del choque es más que nunca incierto. Más allá de las bajas, ni uno ni otro equipo llean en su mejor momento y además este primer choque del nuevo año siempre tiene algo de partido trampa y condicionantes que lo hacen especial. Además, debido a las nuevas medidas sanitaras, el aforo de Son Moix se reducirá esta noche al 75 por ciento por lo que podrán acceder los socios y un número más de seguidores que hayan adquirido su entrada.

Noticias relacionadas

En el Barcelona causarán baja por COVID-19 los defensas Dani Alves —si bien todavía no está inscrito y no se puede contabilizar como baja— Sergiño Dest, Jordi Alba y Alejandro Balde; los centrocampistas Pablo Páez Gavira 'Gavi', sancionado de todas formas, y Philippe Coutinho; y los delanteros Ousmane Dembélé y Ez Abde. Samuel Umtiti dio ayer negativo y viaja a Palma, aunque lleva toda la semana sin entrenar. Además, en el centro del campo Sergio Busquets será baja por sanción, mientras que Sergi Roberto y Pedro González 'Pedri' lo serán por lesión. En la delantera siguen sin poder entrar Ansu Fati, Martin Braithwaite, Memphis Depay, así como el recién incorporado, Ferran Torres, por el momento no inscrito. Así está el panorama de los dos equipos las horas previas al encuentro en el campo de Cami dels Reis.

En el Mallorca, pese a las ausencias, el once titular será reconocible siempre y cuando las bajas por COVID no gopeen ese plan inicial de LGP. Reina en la portería, una defensa con Maffeo, Russo, Valjent y Costa; Baba y Ruiz de Galarreta se situarán en la sala de máquinas y Kubo, Dani y Kang In Lee entrarán desde el medio campo para ayudar a Angel en la delantera. En el Barcelona, con ficha del primer equipo estarán, Umtiti y también Ter Stegen, Neto; Gerard Piqué, Ronald Araujo, Eric Garcia, Óscar Mingueza, Frenkie de Jong, Riqui Puig, Lenglet y Luuk de Jong.

Es un escenario absolutamente desconcertante para los dos equipos, que si bien podían vaticinar problemas por la pandemia en este arranque de año, era difícil planterarse un escenario de estas características. A partir de los datos todo está abierto en Son    Moix. El Mallorca puede ser capaz de lo mejor y también de lo peor, mientras que el Barcelona no es ni de lejos un Barça que asuste nada más eseñar el escudo. Esto sucedía otros años, este no. Si el conjunto bermellón afronta el choque con la valentía que le caracteriza jugando con la intención de ser protagonista del juego puede hacerle daño al Barça. Y mucho además. Hay que creer. Hoy más que nunca.