Un solar. El futuro del estadio Lluís Sitjar, convertido ahora en un solar, es un foco de conflicto desde que el Real Mallorca se trasladó a Son Moix hace ya más de dos décadas. Los diferentes gestores tanto del Ajuntament como del club balear no han podido alcanzar un acuerdo a lo largo de estos años. | J. J. Monerri

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Pasan los años, los lustros, las décadas y el culebrón del estadio Lluís Sitjar sigue sin cerrarse. De hecho, cada cierto tiempo se produce una reunión; una asamblea de copropietarios; un rechazo a la oferta presentada por Cort, un precio de venta actual por el solar que supone casi la mitad de lo estipulado hace diez años... El penúltimo capítulo de este eterno serial se produjo ayer. El CEO de negocio del Real Mallorca, Alfonso Díaz, se reunió con Joan Aguiló, presidente de los Copropietarios del Lluís Sitjar, para tratar de desenquistar el problema y encontrar una solución. Cabe recordar que en septiembre de 2018 la asamblea de copropietarios rechazó la oferta de compra de los títulos del viejo campo que les presentó el Ajuntament de Palma el primer trimestre de ese año. La propuesta de Cort alcanza los 9,7 millones de euros, 14.603 euros por título con el fin de adquirir en propiedad los terrenos donde años atrás se ubicaba el campo del Real Mallorca.

Los copropietarios acordaron entonces rechazar la propuesta y así se lo trasladaron a la gerencia d’Urbanisme del Consistorio. Esta decisión impidió entonces la solución del conflicto y dejó en papel mojado el acuerdo que meses atrás había alcanzado el Ajuntament con el Mallorca por la compra del 33 % de sus títulos, cerca de 200. La SAD balear tenía previsto ingresar por la venta de las acciones que maneja un total de 3.037.424 millones, pero la decisión del resto de copropietarios, que controla casi el 70 por ciento de los títulos (unos 425 títulos de propiedad), frenó cualquier atisbo de finiquitar el conflicto. En la reunión celebrada ayer, cada interlocutor puso sobre la mesa su postura. El Real Mallorca ha pedido al presidente de los copropietarios que acepte la oferta de Cort... pero Joan Aguiló no ha cambiado de opinión. «Nosotros no tenemos nada en contra del Mallorca, más bien todo lo contrario, pero sí con el Ajuntament porque hay una incongruencia total y absoluta. Hay un informe realizado en 2010 que tasaba en 17,5 millones de euros los terrenos del Sitjar... y no entiendo cómo doce años después nos ofrecen ocho millones menos».

Pases como compensación

Joan Aguiló reconoció que el Mallorca también les había ofrecido pases por títulos durante los próximos 25 años. «Pero es que ese pase ya lo tenemos y además de forma vitalicia. Repito que no tenemos nada contra el Mallorca y si ellos están conformes con esa oferta de Cort, pues perfecto, pero nosotros no. Son decisiones empresariales en las cuales no entro», apunta. La reforma de Son Moix, las deficiencias estructurales o el cambio de los asientos también aparece en el trasfondo del acuerdo que haya alcanzando el club y el Ajuntament de Palma. Joan Aguiló explicó que el próximo mes de enero tendrá lugar una asamblea en la que estarán invitados los representantes de Cort y del RCD Mallorca para conocer sus explicaciones. Sin embargo, el presidente dejó claro que «algo tendrá que cambiar respecto a la última oferta» que fue en 2018. «La mejor solución era la permuta que planteamos en su momento, cambiar el Sitjar por Son Moix. Jesús Valls lo llevó al pleno municipal y el alcalde Mateu Isern lo apoyó en su momento. Pero cambió el equipo de gobierno y todo se fue al traste. Los políticos actuales me parecen más activistas que políticos...». Aguiló recibió hace unos meses una carta del alcalde de Palma para que realice una nueva valoración por parte de los técnicos del Ayuntamiento. El presidente de los copropietarios del Lluís Sitjar también quiso dejar claro que no tiene sentido que los técnicos «sean de una de las partes interesadas». El conflicto sigue y la situación no invita precisamente al optimismo. El Mallorca quiere vender, los copropietarios consideran insuficiente la oferta de Cort y se necesita un porcentaje elevado de los 666 títulos -se estima que una treintena se encuentran en paradero desconocido- para que se realice la operación.

En enero se celebrará una reunión que, hoy por hoy, no parece que vaya a desenquistar el problema. Un caso que acumula ríos de tinta y más de dos décadas de negociaciones entre los diferentes gestores del Mallorca y la asociación de copropietarios...Es la historia interminable.