El portavoz de la NBA, Mike Bass. | NBA

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La NBA y el Sindicato de Jugadores negaron este jueves que sus respectivas oficinas hayan recibido o tenido conocimiento del presunto comportamiento racista y misógino del dueño de los Phoenix Suns, Robert Sarver, desde que se hizo cargo del equipo en el 2004, como lo señala un informe periodístico ofrecido por la cadena ESPN.

Siempre de acuerdo a la misma fuente periodística que utilizó el testimonio de exempleados y personal que está actualmente en la organización, la conducta de Sarver ha sido siempre, desde que se hizo cargo del equipo, de un comportamiento racialmente insensible, impropia y misógina.

Algunos también manifestaron que el dueño de los Suns fomentó un ambiente en el que los empleados se sentían de su propiedad.

A través de su equipo legal, Sarver negó haber usado un lenguaje racialmente insensible. «Nunca he llamado a nadie ni a ningún grupo de personas con la palabra N, ni me he referido a nadie o grupo de personas con la palabra N, ya sea verbalmente o por escrito. No uso esa palabra. Es aborrecible y feo y denigrante y en contra de todo en lo que creo».

Por parte, Jason Rowley, presidente y director ejecutivo de los Suns, defendió a Sarver: «Esta historia es completamente escandalosa y falsa. No representa, en absoluto, al Robert Sarver con el que he trabajado durante 15 años. No es un racista y no es sexista».

El portavoz de la NBA, Mike Bass, dijo que la liga no ha «recibido una queja de mala conducta en la organización de los Suns a través de ninguno de nuestros procesos, incluida nuestra línea directa confidencial de mala conducta en el lugar de trabajo u otra correspondencia».

Mientras que la directora ejecutiva de la Asociación de Jugadores de la NBA, Michele Roberts, afirmó que no estaba al tanto de ningún informe de jugadores de mala conducta por parte de Sarver o los Suns.

«Aparte del base Chris Paul y James Jones, no hemos tenido mucho contacto oficial con el equipo y no se me ocurre ninguno con Sarver», expresó Roberts.

Sin embargo, en la historia de ESPN, siempre con declaraciones de personas en el anonimato, un presunto empleado actual de las operaciones comerciales de los Suns manifiesta que «si el comisionado entra e investiga para ver qué diablos está pasando en Phoenix, se horrorizaría».