Antonio Sánchez celebra con Amath su primer gol en Primera División, conseguido el miércoles contra el Sevilla en el estadio de Son Moix. | M.A.BORRÀS

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El Mallorca deja atrás una de las crestas del calendario con más fútbol que puntos en la maleta. El conjunto que dirige Luis García Plaza, que después del último parón se ha enfrentado de manera consecutiva a RealSociedad, Valencia y Sevilla, ha sorteado uno de los tramos más exigentes y abruptos de la campaña emitiendo muy buenas sensaciones, aunque con un botín algo escaso teniendo en cuenta lo que ha propuesto y la munición que ha manejado en cada una de sus funciones.

En solo doce días, el Mallorca ha puesto a prueba la dureza de su armadura frente a oponentes de talla superior y sobre escenarios en los que habitualmente se atraganta. Y lo cierto es que en todos ellos ha estado por encima de lo que ha acabado indicando el marcador. El último ejemplo es el del miércoles frente al Sevilla, un equipo con la etiqueta de la Champions colgada del cuello y seguramente el cuarto de la fila de grandes de LaLiga tras Atlético, Madrid y Barça. El conjunto balear dejó grandes momentos de juego y tuvo a sus pies al equipo de Lopetegui durante muchos minutos, pero le faltó algo de finura para redondear su fútbol de ataque y al final estuvo a punto de quedarse sin nada. Una sensación dolorosa que ya había experimentado en sus dos compromisos previos.

Recompuesto gracias a su victoria sobre el Levante —hasta el momento, la última que ha celebrado—, el Mallorca salió del túnel del parón de comienzos de mes sin apenas cargas a la espalda, lo que le permitió visitar Anoeta con descaro. En un estadio en el que acumulaba ocho derrotas consecutivas y en el que celebró por última vez un gol en 2007, el cuadro bermellón mantuvo en todo momento a raya a una RealSociedad acampada en la cumbre que solo necesitaba un punto para agarrarse al liderato. Tras un primer tiempo bajo control, al Mallorca se le abrió el cielo de golpe con la expulsión de Aihen Muñoz antes del descanso y el partido se le puso de cara. Así lo interpretó el propio Luis García Plaza, que en el segundo acto volcó toda su pólvora frente al área de Álex Remiro. El Mallorca no se despeinó ante un rival que llegaba condicionado por las bajas y que quedaba muy tocado tras verse en inferioridad. Sin embargo, los baleares tampoco generaban demasiadas ocasiones y cuando todo parecía encaminado al empate, que hubiera roto la maldición del Reale Arena, todo se vino abajo como un castillo de naipes. Un ataque tardío por parte de los de Imanol lo completaba Julen Lobete con un disparo mordido que se escurría entre los guantes de Reina después de tocar en Russo. De tener más cerca que nunca los tres puntos a hacer el camino de vuelta con las manos vacías.

La plantilla del Mallorca encajó el revés con naturalidad y en mitad del debate en torno a su portería irrumpió en Mestalla. Liderado por un motivado Kang In Lee, el conjunto bermellón se fue al descanso con el partido perfectamente encauzado. Ganaba 0-2 y parecía superior a un Valencia desquiciado después de cinco jornadas sin ganar. El tiempo de descuento, otra vez, derivó en un infierno. Los de Bordalás se acercaron con un tanto en el minuto 93 y equilibraron el partido en el 98. Un golpe terrible que le quitaba al Mallorca dos puntos que ya parecían suyos.

A partir de ahora, el decorado cambiará de aspecto. En las próximas jornadas el Mallorca se enfrentará sobre todo a adversarios de su talla —se medirá a Cádiz y Elche antes de que la Liga vuelva a detenerse— y de aquí hasta que acabe el 2021 el único coco que se entrometerá en su camino será el Atlético. Si el grupo, que acumula cuatro derrotas en once jornadas, mantiene este nivel es probable que los números le acaben asistiendo.

El apunte

Una proyección que se aproxima a los 45 puntos

El Mallorca cerrará el campeonato con casi 45 puntos si mantiene la progresión de estas once primeras jornadas. Sobre el papel, sería un tesoro que le bastaría para alcanzar una permanencia que en las últimas temporadas ha estado siempre muy por debajo de esa cifra. De hecho, dentro de ese rango, en la campaña anterior hubiera acabado el torneo mucho más cerca de Europa que del agujero. Hace dos cursos, con Vicente Moreno manejando los hilos del proyecto, el Mallorca cruzaba este punto con solo dos puntos menos de los que tiene ahora (11), aunque estaba situado en el puesto número 17 y a menos de un partido de distancia del Celta, que marcaba el descenso.

El apunte

Contra el Rayo, el lunes 22

El Mallorca visitará el estadio de Vallecas para enfrentarse al Rayo (en el partido correspondiente a la 14ª jornada) el próximo lunes 22 de noviembre a las 21.00 horas. Será el primer partido de los baleares tras el parón del fin de semana anterior.