Los jugadores del Mallorca se abrazan para celebrar el triunfo sobre el Mirandés del pasado sábado en el estadio de Son Moix. | Miquel Àngel Borràs

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El Mallorca está a solo siete puntos de volver a Primera División. El empate de este domingo en Butarque entre Leganés y Sporting (0-0) no ha alterado las cuentas del conjunto balear tras su victoria del sábado contra el Mirandés, que unida al pinchazo del Almería frente al Oviedo deja la tierra prometida a dos partidos y medio cuando solo restan cinco por disputarse. La primera plaza del campeonato parece adjudicada al Espanyol, que después de atropellar al Málaga certificará matemáticamente su regreso al ático si gana la semana que viene en el campo del Zaragoza.

El equipo de Luis García Plaza, que venía de enlazar dos derrotas por primera vez en toda la temporada (Castellón y Sabadell), recuperó el control de la situación con su regreso a Son Moix y además de tachar otra casilla del calendario volvía a incrementar una ventaja que ya parece definitiva. Tras los resultados del fin de semana, el colchón de los bermellones con respecto al Almería es de ocho puntos más el golaverage. Es decir, el Mallorca podría tener la primera posibilidad para subir a Primera dentro de dos semanas, en el partido en casa contra el Alcorcón.

El Leganés, por su parte, tenía este domingo la oportunidad de ascender a la tercera posición y reducir mínimamente la brecha que ha ido abriendo el Mallorca, pero su empate en casa mantiene intacta la cúpula de una clasificación. Una parte alta que ahora tiene su franja más caliente en la zona de playoff, a la que ha regresado el Girona a la espera de lo que haga este lunes el Rayo Vallecano en su visita a Sabadell.

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El Leganés y el Sporting de Gijón empataban sin goles (0-0) en el que terminó siendo un combate nulo en la lucha por colarse en los puestos de promoción, un objetivo al que aspiran unos y otros.

Desde el inicio se vio un partido equilibrado, con ocasiones que en la primera mitad llegaron más por la inercia del juego que por el dominio de alguno de los dos. Y en ese contexto parecían encontrarse más cómodos los asturianos, que avisaron inicialmente con un tiro fuera de Manu García y más adelante con otro de Aitor García blocado por Riesgo. La respuesta en el área contraria la dio Avilés mediante un tiro cruzado que rozó el palo.

Ese panorama hacía presagiar una emocionante segunda parte, pero la realidad fue otra bien distinta, pues de los vestuarios asomaron ambos conjuntos mucho más pesados y temerosos. Al final el empate acabó siendo un mal menor para los de Asier Garitano, que no amplían su ventaja con un rival directo pero tampoco la ven reducida.