Martin Valjent, en una imagen captada en Son Bibiloni.

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Martin Valjent nació el 11 de diciembre de 1995. Ese año, un día antes concretamente, el día 10, el Mallorca había ganado en Eibar por cero goles a uno. El gol lo marcó Morales en el minuto 75 de partido. En ese encuentro los centrales fueron el añorado Julián Ronda y Jochen Kientz. Al final de la temporada el equipo no pudo cumplir el sueño del ascenso y en la promoción cayó ante el Rayo. Finalizó la temporada regular con 69 puntos después de 38 partidos. Ahora el equipo suma 68 con 34 y Valjent es el central titular. Desde su llegada ha celebrado un ascenso a Primera, llorado un descenso a Segunda y si no hay novedad en unas semanas volverá a festejar subir de nuevo a la máxima categoría. El domingo jugará su partido 100 vistiendo la camiseta del Mallorca. En esta entrevista concedida a Ultima Hora reflexiona sobre su trayectoria como jugador rojillo.

—¿Qué significa para usted llegar a los cien partidos?
—De momento son 99, el número 100 lo puedo alcanzar el sábado. Si eso se cumple será un momento muy importante para mí, algo que no me esperaba. No al menos hacerlo en tan poco tiempo y en un club tan importante como el Mallorca. Jugar habitualmente no es fácil y por eso estoy muy agradecido a todos y es un orgullo poder defender esta camiseta cada fin de semana. Para mí tiene mucho significado y quiero seguir ofreciendo mi mejor nivel para hacer grande al club y ayudar a mis compañeros a seguir creciendo.

—Es una temporada de contrastes con buenas noticias como su renovación y llegar a los cien partidos. Por otra parte lo triste es no poder celebrar nada con su afición.
—Este año es muy difícil para todo el mundo, cada uno en sus circunstancias está sufriendo y al final nosotros los futbolistas somos unos afortunados porque podemos seguir haciendo nuestro trabajo con máxima protección y posibilidad de estar controlados. Lo que echamos muchísimo de menos es a nuestra gente, a nuestra afición. Sentimos su apoyo en las redes sociales y cuando nos reciben antes del partido en el estadio. Mi renovación es fruto del trabajo de mis compañeros y también mío y son cosas muy importantes. Trabajo cada día para hacer feliz a nuestra gente.

—¿Qué opina futbolísticamente de estas tres temporadas en el fútbol español?
—Para mí fue un cambio muy grande. Estaba acostumbrado a una forma de jugar en Eslovaquia y después a otra en Italia. En España estoy dando pasos hacia adelante en lo profesional y en lo personal. En lo futbolístico estoy intentando adaptarme a una forma de jugar como la española, tanto en Primera como en Segunda. Ahora hay que ser más eficaz y ayudar más al equipo. Voy mejorando día a día, trabajando duro y para esto estoy aquí. Quiero seguir creciendo en el Mallorca.

—¿Tal vez su mejor avance ha sido en la toma de decisiones durante el partido en momentos clave?
—He ganado en serenidad y eso me lo ha dado el entrenamiento diario y la confianza que tienen mis compañeros en mí. Tengo muy claro lo que quiere el entrenador y lo intento hacer en cada partido de la mejor manera posible. No siempre salen las cosas como uno quiere, pero hay que intentar en todo momento estar concentrado al máximo. He cambiado mucho en el trabajo con el balón desde mi llegada. En Italia era asegurar más la situación y no arriesgar. En España saber sacar la pelota con confianza y elaborando es fundamental y trabajo cada día para mejorar en este sentido.

—En tres años ha ascendido a Primera, descendió a Segunda y ahora confiemos en que nada falle y pueda volver otra vez a Primera. ¿Son muchas emociones en poco tiempo?
—Es verdad. El ascenso hace dos años fue un poco inesperado para todos, para la afición e incluso fue una sorpresa para el club y nosotros mismos. Pero por lo inesperado que fue también resultó muy bonito y emotivo. El año pasado tal vez nos pilló menos preparados de lo que pensábamos como club y como plantilla y si bien luchamos hasta el final, no pudimos cumplir el objetivo de la permanencia. No fue fácil. Pero en este tercer año somos un equipo más sólido, con más experiencia, estamos más formados y por esto hacemos esta gran temporada.

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—La afición ha demostrado hacia usted un cariño y una estima muy especial y muy sincera. ¿Qué significa para usted recibir tanto aprecio de su parte?
—Ahora mismo les echamos mucho de menos a todos. Personalmente nunca, en ningún sitio, me he sentido tan apoyado y querido como me siento aquí en el Mallorca. Para mí significa mucho, me da mucha fuerza el cariño de la gente porque me transmiten siempre cosas positivas, pero también es mucha responsabilidad. Siento muy próximo el cariño de la afición. Sé que en el fútbol tienes que estar siempre al cien por cien dentro y fuera del campo para ofrecer lo mejor porque ese cariño de la gente tienes que devolverlo con mucho esfuerzo en cada entrenamiento, en cada partido y en todo momento.

—Hay que ser muy prudentes en el fútbol y respetar mucho al rival, pero ocho puntos sobre el tercero son muchos puntos. ¿Se ven en Primera?
—En el fútbol se han dado siempre muchas sorpresas, unas para bien y otras para mal. Yo quiero vivir el fútbol partido a partido y si me apura día a día y entrenamiento a entrenamiento. Quiero vivir cada partido como si fuera el último y en mi mente solo está el encuentro ante el Castellón. El otro día les vi jugar y será un encuentro muy difícil porque cada equipo ahora se juega mucho. Los detalles son claves en esta categoría y eso te obliga a estar concentrado hasta más allá del minuto 90. Eso nos permitirá tal vez ascender, pero ahora toca disfrutar de este camino hacia el objetivo final.

—¿La incertidumbre creada con el VAR donde no se sabe muy bien qué es y qué no es penalti mediatiza mucho el trabajo de los defensas?
—Esto te obliga ahora a medir mejor lo que vas a hacer. En la actualidad se permite mucho menos en el área que antes y hay que estar vigilante y tener más tranquilidad a la hora de entrar a un contrario para intentar interceptar el balón. Es mejor tal vez esperar un poco y no jugártela de inicio en una acción defensiva. Hay que cambiar, acostumbrarse a esta nueva modalidad y saber qué es lo que puede beneficiarte y lo que te puede perjudicar. Ahora el defensa tiene que ser más listo y menos agresivo. La situación en este momento requiere de mayor templanza.

-¿Qué opinión le merece Luis García? -Se confirma todo lo bueno que sabía de él. Es un gran trabajador, tiene un cuerpo técnico fantástico y se ha vuelto generar una gran unión entre todos en el vestuario, eso es clave. El equipo desde el primer día intentó hacer lo que nos pide el mister, aplicar su fútbol, sus ideas y además como persona es un gran hombre, habla muy claro y te dice lo que piensa. Me gustan las personas tan exigentes como él y si luchamos por el ascenso en gran parte es por ese nivel de exigencia que nos ha marcado desde el minuto uno.

—Llegado a este punto, ¿cuál es su sueño?
—Yo sueño poco, siempre me pongo objetivos a corto plazo. Ahora veo el partido contra el Castellón y lo que deseo es que el Mallorca pueda ofrecer su mejor versión. Yo vivo así el fútbol y esta es la manera de disfrutar las cosas porque también me doy cuenta de que todo pasa muy rápido.

—En caso de ascenso ¿ha pensado cómo va a celebrarlo?
—No lo he pensado. Hace dos años no lo pensé y ahora tampoco. Son cosas que tienen que salirte de dentro y ser muy naturales. De todas formas, como ya sabéis, soy un persona que no tengo problemas en sacar a relucir mis emociones.