Imagen del partido disputado el pasado lunes por el Real Mallorca en Fuenlabrada. | Carlos Gil-Roig

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Noqueado en Gijón, neutralizado por el Oviedo en casa y zarandeado en Fuenlabrada el pasado lunes, el Mallorca regresa este jueves al escenario del campeonato con la intención de recobrar el ánimo y recomponer su figura, desencajada en las últimas semanas. El Leganés, que también amenaza con subirse a la azotea de la Liga y que ha mejorado con Garitano en el banquillo, medirá el estado de ánimo de un equipo que no transmite buenas sensaciones a pesar de encontrarse en una situación privilegiada. Pase lo que pase esta tarde ante el conjunto madrileño seguirá en ascenso directo. (Son Moix, Movistar #Vamos 19.00 horas).

Nada más concluir la cita del Fernando Torres y con Luis García Plaza como maestro de ceremonias, la plantilla se conjuro para levantarse. Recuperar los valores físicos, técnicos y tácticos se antoja trascendental. Pero lo que más necesita este equipo es una victoria que restaure su confianza después de tres jornadas metido en el agujero.

Este Mallorca ha perdido frescura, eficacia, carácter e incluso... algo de suerte. Los balones que antes pegaban al palo y entraban ahora dan en la madera y salen. La chilena de Abdón se ha transformado en un cabezazo a bocajarro al larguero. Las paradas salvadoras de Manolo Reina son ahora errores de concentración. Hay futbolistas capitales con el depósito de gasolina en reserva, caso de Dani Rodríguez o Antonio Sánchez. Y las ausencias de Galarreta -cuatro de las seis derrotas han sido sin él- y Amath Ndiaye -hoy regresará a la convocatoria y quizás juegue unos minutos- han provocado una merma en las facultades del grupo en la sala de máquinas y en la vanguardia.

Lejos de hundirse o entrar en pánico, Luis García Plaza ha tirado de experiencia en este tipo de carreras de larga distancia y de orgullo para levantar la moral de la tropa. También la afición ha colaborado con una campaña bajo el lema #JuntsSomMillors y una imagen de la piña de jugadores, técnicos y auxiliares nada más caer en Fuenlabrada que ha monopolizado las redes sociales.

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La mayoría de los futbolistas y empleados del club, incluido el propio entrenador, se han puesto esa imagen en sus cuentas y la sensación de unidad en el grupo es unos de los motivos de orgullo para LGP.

Precisamente esos mensajes de ánimo que irrumpen desde la masa social debe servir al Mallorca para recuperar el rumbo perdido en las últimas jornadas. Con un partido reciente en las piernas y otro en la esquina de la semana -el domingo visita a Las Palmas- es probable que el preparador madrileño remueva el árbol para oxigenar al once habitual. Quizás sea esta tarde o en Gran Canaria.

Martin Valjent, que no jugó este martes con su selección por precaución, pasará directamente al once titular sin apenas entrenar con sus compañeros. Junto a él podría situarse Antonio Raíllo o Franco Russo, que le sustituyerá en Fuenlabrada. Por las orillas parecen fijos Joan Sastre y Brian Oliván y bajo los palos, Manolo Reina, que vivió una de las noches más aciagas de su carrera deportiva.

Con Galarreta todavía en la enfermería, el ghanés Iddrisu Baba se mantendrá en el once con Salva Sevilla o Aleix Febas como compañero.

En ataque, LGP seguirá sin poder contar con Lago Junior ni Trajkovski -cuyo papel es residual en las últimas jornadas- y tiene un abanico de opciones. Puede descansar Dani Rodríguez y para las bandas pugnan Mboula, Murilo o el propio Víctor Mollejo. Arriba, el 9 será para Abdón Prats o Álvaro Giménez... o tal vez los dos juntos. El Leganés llega a Son Moix con buena dinámica, a pesar de la inesperada derrota sufrida en casa ante el Fuenlabrada, que le ha permitido ir escalando hasta otear el ascenso directo en el que reposan los isleños a siete puntos. De cara a esta cita el técnico Asier Garitano no podrá contar con el centrocampista Rubén Pérez tras su expulsión en Almería. Asimismo se lo pierden por problemas físicos Silva, Lasure, Tarín, Ignasi Miquel y Javier Eraso.