Un lance del encuentro entre el Sporting y el Mallorca. | Carlos Gil-Roig

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Con la primera posición protegida y un aviso sobre la mesa, al Mallorca le toca caminar entre un campo de minas durante las tres próximas semanas. En poco más de veinte días, el conjunto balear quemará otros cuatro cartuchos del calendario y lo hará recorriendo uno de los sectores que más recelo provocan en los vestuarios de Son Moix. Otro póquer caliente de enfrentamientos en el que el piloto de alerta permanecerá en todo momento encendido, ya que ante los ojos del líder desfilarán un rival directo y en expansión (Leganés) y tres de las formaciones que le arrebataron parte del botín durante una primera vuelta casi perfecta (Oviedo, Fuenlabrada y Las Palmas).

«Tenemos cinco partidos seguidos en que solo hicimos cinco puntos, o sea que tenemos que mejorar», advertía Luis García Plaza el pasado viernes, poco antes de viajar a Gijón para enfrentarse a un Sporting que después, tras provocar la primera caída a domicilio del equipo en ocho meses, confirmaría las sospechas del técnico. «Si hacemos lo mismo —en referencia a los resultados de la primera mitad del curso— saldremos de las plazas de ascenso directo», añadía para reforzar su mensaje. Un aviso que empezó a cobrar cuerpo en El Molinón y que obligará a mantener la guardia elevada a partir del domingo, en una jornada que marcará el inicio de otro tramo tan bacheado como peligroso.

El Oviedo (sábado, 18.15 horas) será el primero que le tomará las medidas a un Mallorca al que ya arrojó un cubo de hielo hace dos meses y medio. Aprovechando el primer encuentro del 2021, el Mallorca irrumpió en el Tartiere a lo grande y se adelantó con dos goles en veinte minutos de Lago Junior y Sastre que le sacaban de aquel pequeño bache desde el que había cambiado de año. Sin embargo, el equipo se desinfló con el paso de los minutos y el Oviedo le sacó punta a la estrategia para forzar un empate que dejó un poso amargo entre los isleños.

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Tras ese partido el Mallorca tendrá nueve días de margen para volver a coger carrerilla antes de que se le agolpen otra vez los compromisos. El siguiente le volverá a poner frente al Fuenlabrada, el equipo que más se le ha atragantado a Luis García como técnico bermellón. Primero le vació los bolsillos en Son Moix (2-3) y después le sacó del cuadro de la Copa con un empate (2-2) que se deshizo en favor de los madrileños en la tanda de penaltis.

Intensidad

Solo tres días después (1 de abril, 19.00 horas), la carretera volverá a tirar hacia arriba. En pleno Jueves Santo, el Mallorca recibirá en casa a un Leganés al que redujo en Butarque pero que ahora mismo es el equipo en mejor forma de la competición. Tanto, que desde que cambió de entrenador se ha enganchado a la puja por el ascenso directo. Desde la llegada de Asier Garitano, ha ganado seis partidos, ha empatado uno y ha perdido otro.

Sin abandonar esa semana en la que se medirá a Fuenlabrada y Lega, el Mallorca le dará otra vuelta de tuerca a su itinerario viajando al domicilio de uno de los matagigantes de la campaña, Las Palmas (domingo 4 de abril, 20.30 horas). Los canarios son uno de los cinco equipos que han derrotado a la formación balear y, como casi todo, lo hizo anulándole en el interior de su estadio. Esta vez la acción se trasladará al Gran Canaria, un escenario en el que ya han doblado la rodilla el Almería, el Sporting, el Espanyol y el Leganés... Casi nada.