A partir de hoy, Luka Romero es libre para firmar un contrato profesional con el club que desee dentro del territorio de la Unión Europea.

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Este martes 18 de noviembre no es un día cualquiera para Luka Romero Bezzana. El futbolista argentino -aunque nacido en la localidad mexicana de Victoria de Durango- cumple 16 años. Como cualquier chico de su edad, festejará el cumpleaños rodeado de los suyos y de sus compañeros de vestuario, que en este caso no son del cadete -como le correspondería por edad- ni del juvenil. Integrante del primer equipo del Real Mallorca a todos los efectos, el debutante más joven de la historia de Primera División (dejó el récord el 24 de junio pasado ante el Real Madrid con 15 años y 219 días) celebrará su cumpleaños más especial.

Deportivamente, tampoco es un día cualquiera. A partir de hoy, Luka Romero es libre para firmar un contrato profesional con el club que desee dentro del territorio de la Unión Europea. El Mallorca ya ha movido ficha para intentar retener a la joya de la corona. A partir de la próxima semana empezarán las negociaciones para que el jugador, que hasta hoy sigue con la licencia de aficionado, pueda firmar su primer contrato.

La primera oferta

El club balear no ha podido iniciar las negociaciones hasta este momento porque Luka es menor de los 16 años. Pero hoy se abre una puerta. El director de fútbol del Mallorca, Pablo Ortells, ya se ha dirigido a sus representantes para poner sobre la mesa la propuesta. Cuando llegue el momento, tanto los agentes como los padres de Luka estudiarán la oferta y decidirán qué hacer.

El entorno del futbolista reconoce que el Mallorca «está haciendo lo posible» para retener a Luka y cree que «es difícil superar lo que el club» le está dando deportivamente al jugador. Pero hay que ser realistas y en estos momentos «se puede dar» cualquier situación.

Amparados por el reglamento de la FIFA, una vez que cumple los 16 años, cualquier futbolista puede cambiar de club siempre que este cumpla unos requisitos concretos. Por ejemplos los clubes ingleses, que no invierten en formación, se gastan el dinero en talentos ajenos ya cultivados. En su día, la Premier arrebató a futuras estrellas como Cesc Fábregas o Gerard Piqué. En ambos casos, los clubes ingleses no pagaron ninguna cantidad de traspaso y ‘solo’ tuvieron que abonar por los derechos de formación: 240.000 euros en el caso de Cesc.

Si a Luka Romero le ofrecieran en la actualidad un contrato importante tanto a nivel económico como deportivo algún club del fútbol inglés o italiano, se podría ir gratis pagando únicamente por esos derechos de formación...

La intención de Luka Romero y su familia, sin embargo, es seguir creciendo en el Mallorca y continuar en la Isla con la etapa de formación. Aquí se encuentran a gusto, su hermano mellizo Tobias es portero en la Penya Arrabal y se sienten como en casa. «De hecho, si a día de hoy sigue aquí es porque ha querido estar, ya que se podía ir libre a cualquier club del fútbol español», aseguran.

Pretendido

Pero a nadie se le escapa que si llega una oferta económicamente irrechazable -y Luka es un futbolista que ya está en la agenda de los clubes más poderosos del continente- podría irse gratis hoy mismo y el club balear no podría retenerlo. La última palabra, en este caso, sería de la familia...

A pesar de que no está gozando de muchas oportunidades con el primer equipo (61 minutos repartidos en cuatro partidos) en el entorno consideran «impecable» cómo está llevando el Mallorca la situación de Luka, que también disfruta jugando con el filial de Julián Robles en Tercera.

Pese a que su nombre lleva años en las carpetas de los diferentes secretarios técnicos y representantes del país, Luka Romero dio el salto a la pasarela mundial el pasado 24 de junio cuando Vicente Moreno le hizo debutar en Primera División. Ese día se convirtió en el debutante más joven en la historia de la máxima categoría, gracias a un permiso especial concedido por LaLiga al ser menor de 16 años. Hasta esa edad, la Ley de Protección del Menor, impide desarrollar una labor profesional.

Unos años antes, Gustavo Sivieron había puesto sobre la pista a Carlos Sureda, que recogió el guante con rapidez e inteligencia. Observó a Luka, que era alevín de segundo año y todavía tenía no había cumplido los 11 años, y pasó con nota una prueba con el Mallorca. Miquel Ángel Nadal, director deportivo, dio el visto bueno a la operación y Utz Claassen diseñó para el niño el entorno familiar que no había encontrado en el Barcelona cuando le quiso incorporar en 2011, cuando acababa de cumplir apenas 7 años. Ingresó gratis en el club balear, gracias al acuerdo de colaboración con el Sant Jordi ibicenco. Cinco años después de su llegada, este zurdo con calidad, y desborde, abre hoy una nueva puerta al cumplir los 16 años...