Franco Russo (centro) entre Manolo Reina y el ‘Toro’ Fernández en el partido contra el Zaragoza. | Redacción Deportes

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De camino a Girona, el Mallorca volverá a guardar en la maleta el candado de emergencia. Sin Valjent en la expedición, Franco Matías Russo se perfila como el encargado de cerrar en Montilivi la cremallera de la defensa de Luis García Plaza. El argentino, de vuelta esta temporada tras una productiva cesión a la Ponferradina, no solo ha cubierto de forma solvente las ausencias del eslovaco, sino que tiene a los números de su lado. El Mallorca nunca ha perdido un partido del campeonato regular con él en el campo y en los cuatro encuentros de esta temporada en los que ha intervenido el equipo ni siquiera ha recibido ningún tanto.

«Esperamos continuar la buena racha en Girona», confesaba este miércoles Russo en una rueda de prensa telemática. «Las sensaciones en el vestuario son muy buenas. Todos los jugadores estamos enchufadísimos para responder a la confianza del entrenador y a la rotaciones que está realizando», añadía.

Reclutado de aquel Ontinyent que coincidió con el Mallorca en Segunda B, Russo vive su tercera temporada como bermellón, aunque el curso pasado estuvo haciendo un máster en El Toralín y sumando horas de vuelo (36 partidos jugados en Segunda y un gol) después de que en la campaña de su estreno apenas entrara en los planes de Vicente Moreno. En cualquier caso, siempre que ha jugado, el Mallorca ha cosechado. Ocho partidos de Liga, seis empates y dos victorias. Y en el caso de esta temporada, los de Luis García Plaza tampoco han recibido un solo arañazo con él a ras de hierba. Ni en Lugo, ni en Miranda, ni en Zaragoza. Tampoco el pasado domingo, contra su exequipo, en el único encuentro en el que ha participado saliendo desde el banquillo.

Para Russo, el buen rendimiento en defensa del Mallorca no depende solo de los que rodean a la portería de Manolo Reina. «No solo en defensa. El equipo en sí es muy trabajador. Sabemos lo importante que es mantener la portería a cero, pero el trabajo empieza desde arriba y eso siempre te da la posibilidad de obtener buenos resultados», explica el central, que como el resto de sus compañeros disfruta de la nueve ubicación en la tabla del conjunto balear. «Fue una semana muy linda. El equipo, como se está demostrando, está en una dinámica muy buena y tenemos que seguir aprovechándola. Estamos contentos por los resultados que estamos obteniendo y por la clasificación, porque no todos los días te ves ahí arriba», concluía el defensa.

Monchu

El partido del sábado en Montilivi (18.30 horas) también está subrayado en el calendario para un jugador del Girona. Ramón Rodríguez, Monchu, se enfrentará por primera vez al Mallorca en su carrera como profesional y reconoce que se trata de un desafío extra. «Jugar contra el Mallorca será muy especial porque ha sido mi casa desde pequeño», explica el centrocampista palmesano, que a su vez asegura que lo afrontará «como si fuera un partido más».

«El Mallorca es un gran equipo, uno de los candidatos al ascenso. Pero esto es muy largo y aún queda mucho», reconoce el jugador del Girona, que ha sido titular en ocho de los diez partidos jugados por los de Francisco y que ya ha celebrado un gol. «En el poco tiempo que llevo aquí cada día me siento más cómodo y más a gusto, aunque todavía tengo mucho más que dar. Agradezco la confianza del míster y quiero hacer un gran año».

Luis García Plaza

El entrenador del Mallorca pasó este miércoles por los micrófonos de El Marcador de Radio Marca Barcelona, y analizó el momento por el que atraviesa su equipo. «Estamos en un gran estado de forma, pero hay que ser precavidos. Esta competición es muy larga. Cuando yo subí contra el Levante, por ejemplo, no había playoff. Ahora, el calendario te obliga a jugar muchos partidos en poco tiempo y hay que rotar. Estamos contentos porque estamos bien, pero hay que tomarse las cosas con calma», explicaba antes de cederle toda la presión al Espanyol: «No es el rival a batir porque no lo vamos a batir. Tiene una plantilla increíble y un entrenador buenísimo», sentenciaba.