Los jugadores del Mallorca festejan uno de los tres goles que anotaron ante la Ponferradina. | Miquel Àngel Llabrés

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Desde hace ya un tiempo, el Mallorca vive en un estado de felicidad permanente. A excepción del borrón que supuso la primera jornada, todo ha salido bien en Son Moix y sus alrededores, donde el equipo de Luis García sigue opositando a ser uno de los mejores equipos de la Segunda División. Con el Espanyol a tiro de piedra pero también moviéndose en otro plano, el conjunto balear ya ha escalado hasta la segunda posición y por encima de la cabeza solo tiene la cima. Una recompensa al trabajo de estos dos meses y a la continuidad de su propuesta. Y un alojamiento en la tabla con unas vistas privilegiadas que no contemplaba desde hace dos años y dos meses.

LA ÚLTIMA VEZ
Septiembre de 2018

La última vez que el Mallorca pisaba las plazas de ascenso directo era a principios de septiembre de 2018, en la cuarta jornada de una temporada que acabó bajo un castillo de fuegos artificiales. La escuadra de Vicente Moreno derrotaba al Cádiz con un gol de Álex López en el tiempo añadido (1-0) y tomaba asiento a la espalda de un Málaga que hasta ese momento lo había ganado todo. A partir de ahí, nunca perdió la referencia de la zona roja ni descendió por debajo del ecuador de la tabla, pero ya no regresó a esas butacas de oro de las que se apropiaron después Osasuna y Granada. En lo que va de temporada, el techo de los baleares era esa tercera posición que habían asaltado a partir de la octava jornada. Es la primera vez que adelanta al Sporting.

CONTINUIDAD
Diez partidos sin perder

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Una semana más, el Mallorca sigue siendo el equipo de la Liga que más tiempo lleva sin perder. Con su victoria sobre la Ponferradina, que con la de ayer acumula cuatro visitas a Son Moix en las que solo ha recolectado un punto, el cuadro bermellón ya alcanzado la decena de jornadas invicto. Una marca brillante con la que se arrima a la de la temporada 1995-96. En aquella ocasión y con Víctor Muñoz ocupando el banquillo del Lluís Sitjar, el Mallorca despachó la temporada regular juntando hasta diecisiete partidos sin perder (11 victorias y seis empates), a los que unió después otro de la promoción de ascenso en la que se enfrentó al Rayo. Eso sí, la primera derrota tras casi medio año en pie, sobre el tapete de Vallecas, le cerró de golpe las puertas de Primera.

PORTERÍA A CERO
Otro partido a cubierto

Por novena ocasión en once jornadas, el Mallorca firmó un acta sin una sola mancha en defensa. La Ponferradina se estrelló contra los guantes de Reina en sus llegadas más claras y el equipo balear le arrancaba otra página al calendario sin tener que abrir la puerta. El gol que recibió el sábado el Espanyol contra el Lugo vuelve a situar a bermellones y pericos a la misma altura en cuanto a goles encajados: dos. Una plusmarca histórica de la categoría que ya comparten Reina, Diego López y el resto de sus compañeros del engranaje defensivo. Y un caladero inagotable de puntos para los dos primeros clasificados.

GOLES A FAVOR
Mejoría en ataque

Pese a los problemas que ha tenido en muchas fases del ejercicio, el Mallorca es ahora mismo el sexto equipo de Segunda que más goles marca, tras Espanyol, Cartagena, Fuenlabrada, Lugo y Las Palmas, que tiene un partido menos. En ese sentido, quien más brilla es Dani Rodríguez. El centrocampista de Betanzos desatascó el partido para el Mallorca con dos tantos antes del descanso (tuvo alguna opción para completar el hat-trick) e igualó sus estadísticas realizadoras de la temporada anterior. Su tope en Segunda son los seis que marcó en su segunda campaña como futbolista del Albacete (2017-18). Por su parte, Antonio Sánchez celebraba su primer tanto sobre la hierba de Son Moix. El canterano abrió el cofre en Alcorcón y lo cerró contra la Ponferradina.