El entrenador del Mallorca, Luis García Plaza, durante el encuentro ante el Espanyol. | Carlos Gil-Roig

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García Plaza definió como situaciones «extrañas» las que tiene que afrontar desde su llegada a la Isla y en parte no le falta razón. Más allá de la nueva normalidad en al que se ve inmerso el deporte y el fútbol en particular, lo cierto es que el entrenador del Mallorca está lidiando con una pretremporada en plena temporada que complican enormemente las cosas. Desde el conflicto con Budimir, enrocado completamente, pasando por las dificultades por liberar a la plantilla del exceso de jugadores y a las interminables negociaciones por futbolistas como Cufré, lo cierto es que el entrenador está trabajando en este arranque del torneo muy mediatizado por los acontecimientos que van sucediéndose.

De todos los problemas el que más perjudica en estos momentos al rendimiento deportivo es la guerra fría que está protagonizando ante Budimir y que no lleva camino de solucionarse con prontitud. Las posiciones opuestas entre lo que ofrece el Valladolid, que es el club que puja por el delantero, y la petición del Mallorca hacen que el jugador haya decidido tomar una posición de fuerza que posiblemente en un futuro le beneficie a él, pero que hoy por hoy perjudica y de qué manera al Mallorca.

LGP no ha podido contar ni ante el Rayo ni contra el Espanyol con su delantero de referencia y si este domingo el jugador dijo que no estaba bien para actuar sobre el verde de Cornellà, será difícil motivarlo para que pueda jugar los dos próximos partidos ante Sabadell y Tenerife, dos encuentros que se juegan de forma consecutiva en Son Moix.

La oportunidad ahora es de oro para intentar tomar cierto impulso y a su vez rectificar el mal resultado cosechado en el primer encuentro. Es una buena fase para tomar cierta velocidad de crucero algo que puede suceder perfectamente si el Mallorca mantiene el nivel de confianza, concentración y orden que exhibió contra el Espanyol.

Los de Plaza anularon al once de Moreno pero faltó el remate final, la conexión con la delantera y que un punta pudiera cazar lo poco que se generó en el área rival.

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Faltó al guinda y eso ahora o lo pone Budimir o hay que confiar en que Abdón, Alex Alegría y Mboula puedan tomar galones y marcar ellos las diferencias.

Se ha generado un problema infinito estos últimos años con el exceso de futbolistas que ha firmado el Mallorca y que únicamente han mediatizado todas las planificaciones deportivas, también la de este año.

Por el momento Budimir sigue en el Mallorca, pero su cabeza ya hace tiempo que se encuentra en Pucela. Pero si el Real Valladolid no sube su oferta no hay opciones de que la operación se lleve a cabo, no al menos por los siete millones que ofrece el club balquivioleta. El serial continúa en una semana donde no pueden escaparse los puntos ante el Sabadell.

Dos partidos en casa y dos a domicilio

El Mallorca afronta ahora dos partidos consecutivos en casa ante Sabadell y Tenerife en las jornadas tres y cuatro. Por el momento solo hay confirmado el horario ante el conjunto catalán (domingo 16:00 horas). P

osteriormente, en las jornadas 5 y 6 jugará contra el Lugo y el Mirandés a domicilio. El mercado de fichajes se cierra el 5 de octubre, por lo tanto los dos próximos encuentros van a disputarse con la ventana de fichajes todavía abierta y a la espera de novedades.