Cucho volvió a ser resolutivo y su gol sirvió para cimentar un triunfo clave ante el Levante. El prisma desde donde se ve el escenario actual es algo más nítido, aunque todavía queda enfocar bien. | Miquel Àngel Llabrés

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El mallorquinismo hierve de ilusión. La permanencia es posible, al menos el conjunto de Vicente Moreno mantiene el pulso en un escenario donde se entremezcla el temor por un posible descenso y la emoción por certificar un objetivo en la última jornada. Lo cierto es que no habrá que esperar mucho, como dijo Vicente Moreno tras el partido ante el Levante. La próxima semana finaliza una Liga que se decide al esprint y es precisamente en estos últimos metros donde al equipo rojillo se le abre un abanido de posibilidades que hacen pensar que la salvación no es una quimera.

Dos resultados positivos, los conseguidos ante el Celta (5-1) y frente al Levante (2-0) han elevado las posibilidades de los baleares, que han aprovechado la incertidumbre del Alavés para inquietar al conjunto vitoriano. Borrando la mala actuación San Mamés, el Mallorca ha logrado dar un salto de calidad en Palma a la espera de poder cazar algún punto en Sevilla y de atrapar otros tres puntos frente al Granada. Un calendario frenético que hace que la cabeza eche humo cuando uno se pone a hacer cuentas. Lo más importante, lo más objetivo y lo que más mérito tiene es haber llegado vivos al final, hacerlo con el corazón latiendo y manteniendo la ilusión muy posiblemente hasta el final de curso. Pero no hay que olvidar que en esta situación todo es posible y cambiante en noventa minutos. Las posibilidades van desde poder descender este mismo lunes dependiendo de cómo transcurran los resultados este fin de semana, aunque esto es muy poco probable.

Se debería dar una combinación de resultados finalizando con el Alavés-Getafe del lunes, aunque hay que insistir en que par que esto suceda también deben ganar el Celta y el Eibar a Osasuna y Espanyol y el Mallorca perder en Sevilla. Combinación letal para los intereses rojillos, pero afortunadamente en esta recta final siempre hay equipos que fallan, otros que dan la sorpresa y además el equipo de Moreno está en un momento de ánimo enorme y no es para nada descartable que pueda dar la sorpresa en el Pizjuán. Al menos con la inyección de moral que ha tomado en estos momentos, el partido del domingo por la noche se espera con una esperanza enorme en el entorno del equipo rojillo.

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Si supera el match ball de este fin de semana y el equipo balear sigue vivo en la competición, afrontará la última semana del torneo con Granada y Osasuna como proximos rivales. En los dos casos el conjunto balear está en disposición de sacar los partidos adelante, sobre todo el de casa. El Alavés es el equipo que peor lo tiene. Tras jugar ayer en Madrid tiene ahora al Getafe, posteriormente al Betis para cerrar ante el Barcelona. Preocupa también de esta jornada el Espanyol-Eibar. El equipo catalán ya descendido se medirá a uno de los rivales directos del Mallorca y en un partido donde uno se juega la vida y otro nada lo normal es que pueda sacar el partido quien más necesita los puntos para respirar.

También en la última joranda de Liga el Celta recibirá al Espanyol, otro aspecto que juega en contra de los baleares por lo dicho anteriormente. Tres jornadas que son claves y todo empieza este mismo fin de semana y termina en siete días. Un tiempo breve, pero importantísimo en la historia moderna del Real Mallorca.

En el apartado positivo, lo mejor de todo es el estado de forma en el que llegan jugadores que desde su llegada estaban llamados a ser decisivos en el juego del equipo de Moreno. Take Kubo por ejemplo es uno de ellos, también Cucho Hernández. Sin olvidar la aportación de Dani Rodíguez, Salva Sevilla, Baba, Pozo o Budimir. En el once titular muchos jugadores dieron ante el Levante su mejor versión y si en el Pizjuán pueden igualar esa punta de forma, entonces habrá más opciones de contrarrestar el juego ofensivo del Sevilla.

El conjunto andaluz tiene la Champions en la mano, pero no asegurada por ahora y eso es una mala noticia. Peor hubiera sido perder en Bilbao y tener que ganar sí o sí al Mallorca. Ahora tiene margen de error, pero su objetivo es alcanzar al Atlético en la tercera posición y eso supone que también saldrán a por todas este domingo. Casi más que ir partido a partido hay que ir minuto a minuto en este final de temporada.