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Fresco todavía el despido de Maheta Molango, se puede constatar que el antiguo CEO del Mallorca no hacia prisioneros. Su salida ha sido jaleada en casi todos los ámbitos, especialmene entre la hinchada balear, que nunca profesó excesiva admiración por el suizo. Paradójicamente, ni el ansiado retorno a Primera, que se rubricó durante su reinado, apenas logró mejorar la imagen de MM ante una afición -es probable que incluso la acabara empeorando- que decidió alinearse con Vicente Moreno.

Aunque en algunos círculos se daba por hecho que Maheta Molango no iba a continuar en el Mallorca la próxima temporada, su despido en febrero ha disparado la literatura ¿Qué propició su cese fulminante? La propiedad debería explicarlo, pero es poco probable que lo haga... Un histórico empleado de la SAD balear opinaba que «actuaba como si el club fuera suyo y los americanos se han cansado...» El argumento es sencillo, pero tiene peso. Al final, el peor enemigo de Maheta siempre fue el propio Maheta.

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El suizo, que siempre evitó ser generoso en las victorias y culpó a todos de las derrotas, acabó siendo víctima de su propia soberbia. A diferencia de otros gestores y propietarios, Maheta Molango dispuso de la oportunidad para trabajar con un poderoso viento a favor. Recogió a un Mallorca que anhelaba paz tras años de cruenta guerra civil y, además, dispuso de los dólares de Sarver y Kohlberg; una circunstancia excepcional para una entidad que llevaba tiempo respirando -y malviviendo- con recursos propios.

MM no tardó ni tres días en fomentar y cultivar su marca personal, que siempre antepuso al propio Mallorca. Eso le condujo a esconderse tras el descenso a Segunda B y a saltar sobre el escenario instalado en las Tortugas para festejar el ascenso a Primera. Su lealtad con la institución siempre fue relativa, aunque eso no es óbice para reconocer que logró potenciar diveras áreas del club. Eso si, durante su gestión, el Mallorca cerró todos sus ejercicios con pérdidas millonarias.

Sobre su relación con Vicente Moreno y el mundo de la representación se han dicho muchas cosas. Con VM, las cosas se torcieron la temporada pasada -con el equipo en Segunda- y se fracturaron durante este verano. Pero Moreno no hará leña del árbol caído. No es su estilo y tampoco le reportaría nada. Daniel García Lara, exjugador del Mallorca y también exagente de Aleix Febas, ha sido especialmente duro a la hora de valorar el modus operandi de Molango en los despachos, aunque también es cierto que es su versión. También podría narrar aventuras el representante de Joan Sastre. O el de Raíllo, pero no es necesario...