Imagen de los jugadores del Real Mallorca durante una charla del técnico, Vicente Moreno, en un entrenamiento en Son Bibiloni. | miquel a. cañellas

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Llega el momento de reaccionar y el Mallorca necesita de un triunfo para tomar impulso y recuperar buena sensaciones. Vicente Moreno no podrá contar con Salva Sevilla, pero más allá de esta ausencia importante, el técnico previsiblemente volverá poner sobre el verde de Son Moix el once más reconocible, siempre y cuando físicamente todos puedan responder. El entrenador admitió que hay jugadores que vienen con problemas, pero en estas horas que restan para el encuentro de este domingo, todo hace indicar que podrá disponer de los jugadores que mejor rendimiento le han dado.

Superado el ‘modo’ rotaciones, llega el momento de poner en liza a los que mejor rendimiento dan y este equipo lo forma el porcentaje mayor de futbolistas que estuvieron en Segunda B y también repitieron en Segunda División A. Reina previsiblemente volverá a ocupar su lugar en la portería y la defensa recuperará su imagen más natural con Sastre y Gámez en los laterales, manteniendo a Valjent y Raíllo en el eje.

La ausencia de Salva permite al equipo mover a Dani Rodríguez a la sala de máquinas junto a Baba, mientras que Kubo, Febas y Lago pueden situarse en la zona intermedia ofensiva con Budimir en la punta de ataque. Pese a que el japonés en Valladolid firmó un partido mediocre, como prácticamente el resto de compañeros, posiblemente tenga otra oportunidad aprovechando la baja del almeriense y la necesaria recomposición de la sala de máquinas.

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De una forma u otra el Mallorca necesita del triunfo ante un Villarreal que alterna grandes partidos con otros donde es mucho menos efectivo. Al Betis le marcó cinco goles hace seis jornadas y cuatro al Deportivo Alavés, pero perdió ante Eibar y Osasuna. Sin embargo, el potencial del conjunto amarillo es notable y un el triunfo será muy difícil el domingo. Pero hay que lucharlo y pensar en que es posible porque además, tres puntos supondrián una inyección de moral muy importante para los baleares. En casa el equipo siempre suele dar la cara y además está consiguiendo buenos resultados. Ganó dos encuentros ante Espanyol y Real Madrid y contra Osasuna, pese al empate a dos, ofreció minutos sobresalientes.

Tras el encuentro ante el conjunto amarillo la competición volverá a interrumpirse hasta dentro de quince días. Un tiempo muy largo si no se consigue sacar adelante el partido.

La próxima visita de los mallorquinistas será el viernes 22 ante el Levante, un choque de nuevo comprometido y que es mejor encarar tras un triunfo mañana domingo. Y para sumar tres puntos, lo mejor es vovler al plan de origen.