El japonés Takefusa Kubo durante el partido disputado por el Real Mallorca en Vitoria. | Carlos Gil-Roig

TW
1

A las doce del mediodía del domingo en España, media tarde de Tokio y de Pekín, el japonés Takefusa Kubo (Kawasaki, 2001) y el chino Wu Lei (Nankin, 1991) se convertirán en el centro de atención del gigante mercado asiático. Son Moix acogerá el segundo derbi asiático de la Liga -Inui ya se enfrentó a Wu Lei el curso pasado- que tendrá consecuencias directas en la repercusión de sus clubes, Real Mallorca y Espanyol, por todo el tirón mediático a nivel de firmas y patrocinadores que arrastran dos de los grandes referentes futbolísticos del Lejano Oriente.

Takefusa Kubo, formado en la cantera del Barcelona -jugó con Ansu Fati- recaló en el Mallorca el pasado verano cedido por el Real Madrid, que le fichó con la carta de libertad -abandonó Can Barça tras el escándalo por el traspaso de menores- y con un sueldo galáctico de 2 millones de euros brutos por temporada...

Precedentes

Como sucediera con Akihiro Ienaga y Yoshito Okubo y como hizo el Espanyol con Wu Lei, la entidad balear vio en este talentoso mediapunta una oportunidad para abrir fronteras y posicionarse en Asia. Poco a poco, el impacto del Mallorca en el Lejano Oriente se está traduciendo en resultados y acuerdos de patrocinio. A nivel futbolístico, en el año de su estreno en Primera División, Kubo ya se ha ganado el cariño de la afición con sus pinceladas de crack. A pesar de su insultante juventud (en junio cumplió los 18 años) ha demostrado un talento y una capacidad innata para desequilibrar.

Noticias relacionadas

Con la selección, Kubo también ejerce como el líder de la nueva generación que tiene la vista puesta en Tokio 2020. Debe tomar el mando de la selección olímpica que competirá en su país con la medalla de oro como objetivo. Japón quiere el oro y la Federación tiene un plan trazado para ello. El mallorquinista fue titular en la Copa América en dos de las tres alineaciones del seleccionador Hajime Moriyasu.
Con contrato para las seis próximas temporadas, Kubo quiere aprovechar al máximo su paso por el Mallorca para demostrar toda la calidad que le precede y que ha comenzado a demostrar en Son Moix.
La propiedad china del Espanyol provocó la repatriación del mejor futbolista de su Liga a mediados de la pasada temporada. Con el fichaje de Wu Lei las audiencias en China se disparan, las academias de fútbol base ya son un hecho así como la firma de patrocinadores encabezados por Rastar Group, propietario del club perico.

Wu Lei, con diez años más que Kubo, no tardó demasiado en consolidarse y en marcar. Titular del Espanyol e icono desde el primer día que llegó, llegó a la Liga en la recta final del mercado de invierno. En un inicio fue considerado como un fichaje más comercial que efectivo, pero resultó todo lo contrario. Pasó a la historia de la Liga por ser el jugador chino que más minutos sumaba disputado y por ser el primero en marcar. No tardó en dejar buenas sensaciones en sus primeros minutos y anotó un gol para la historia del club perico: el que devolvía al club, tras doce años de espera, a Europa.

Durante la pasada temporada, Wu Lei logró anotar tres goles en dieciséis encuentros desde su desembarco en Cornellá-El Prat.

Esta campaña sus números, hasta la fecha, están siendo algo más discretos ya que sólo suma dos goles en catorce encuentros entre La Liga, las rondas previas de la Europa League y la fase de grupos de la misma competición. Después de unas semanas en la penumbra, el pasado jueves se convirtió en el primer jugador de origen chino en marcar en esta competición europea una vez empezada, a partir de fase de grupos.

Mallorca y Espanyol saben lo que tienen en sus vestuarios. Por talento y por las marcas comerciales que arrastran. El duelo entre Kubo y Wu Lei, a las 12:00 en España (las 18:00 en Pekín y las 19:00 en Tokio) es ideal para poner sobre la mesa otro derbi, el asiático, entre dos países que suman 1.500 millones de habitantes: 1.386 millones de chinos y 128 de japoneses... Casi nada.