Los jugadores del Real Mallorca celebran uno de los tantos en la victoria ante el Real Zaragoza en Son Moix. | Pere Bota

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Dos semanas después de su última función sobre el escenario de la liga, el Real Mallorca reaparece en Soria para medir el tamaño de su candidatura. En un tramo de la liga en el que ya no hay arcenes para modificar el sentido de la marcha, el conjunto de Vicente Moreno necesita ganar este domingo para no perder la posición en la carrera por el playoff y reforzar el andamio sobre el que vive. Con la baja de Pervis Estupiñán en una de las orillas de la defensa y con su entrenador en la grada, los baleares intentarán corregir sus averías más recientes contra un Numancia tan inestable en la clasificación como peligroso frente a su público (Los Pajaritos, Liga 123 TV, 16.00 horas).

Para el Real Mallorca se trata de un encuentro esencial en otra jornada marcada en negrita. Difícilmente habrá alguna que no lo sea de aquí a que se acabe una liga que ya se encuentra en plena cuenta atrás. Un hecho que obliga a los de Son Moix a subir de nivel y a trazar con sus pasos una línea más o menos recta que no le aparte de la calzada en el peor momento posible.

La referencia más próxima del equipo no es la más alentadora. Antes de detener el motor para echar por última vez combustible, el Mallorca colapsó frente a un Córdoba en ruinas y dejó ver algunas heridas que parecían cerradas.

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En cualquier caso, los tres puntos del Reus y una combinación favorable de resultados lo han devuelto al montículo de las seis primeras posiciones, que está cada vez más apretado y encendido. Por eso, el modelo a recuperar en Soria es el de Las Palmas. Y hoy, como pasó en el estadio de Gran Canaria, tendrá ante sus ojos a un oponente en apuros. Aunque habita por encima de la línea roja de la clasificación, el Numancia no termina de dar dos pasos iguales y parece incapaz de salir del todo del agujero. Una situación que en ciertos momentos le ha generado ansiedad y ha acelera muchas de sus caídas.

En el asalto al conjunto numantino el Real Mallorca deberá variar el plan de sus tres últimas intervenciones, en las que Moreno había calcado la alineación. La baja de Estupiñán, que en principio será cubierta por Salva Ruiz, ya le fuerza a tener que hacerlo, pero es muy probable que no sea la única permuta de su pizarra. Leo Suárez no terminó de cuajar inclinado hacia el costado derecho y el buen rendimiento que han ofrecido Aridai y Abdón entrenado desde el banquillo podría suponerles un voto de confianza.

El campo del Numancia también implica un obstáculo en sí mismo para el Mallorca, que optará entre sus muros a moldear la cuarta victoria del curso fuera de Son Moix. En Los Pajaritos han ganado el Sporting, el Albacete, el Oviedo o el Almería, pero también se atascaron sobre su tapete el Cádiz, el Málaga y Osasuna y, más recientemente, cayó allí el Granada. Sea como sea, es el principal bastión del equipo de López Garai, que ha sumado en casa ocho de las nueve victorias que proyecta ahora mismo en la clasificación.

El Numancia, que finalmente podrá contar con Nacho y Carlos Gutiérrez, tiene las bajas de Derik, Unai Medina, Ganea —el rumano, cedido por el Athletic, estuvo en el Mallorca B y en el Santanyí—, Guillermo y Oyarzun. El técnico local confía en el que el público soriano no pague con el equipo su malestar por la irregularidad que ha mostrado y que sea un aliado más.