Lance del partido entre el Real Mallorca y el Córdoba disputado en el Nuevo Arcángel. | LOF

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Después de tres meses compitiendo sin tregua y apretando los dientes semana a semana, el Real Mallorca podrá echar el freno de mano y tomarse un respiro en el último arcén de un calendario de la Liga 123 cada vez más estrecho y peligroso. Una oportunidad para limpiar la mente, llenar el depósito y tomar impulso porque tras el parón, obligado y con premio, el conjunto balear se pondrá a las faldas de la última gran cordillera que le queda por afrontar esta temporada. Una serie de nueve partidos en los que definirá el volumen de su proyecto.

El Real Mallorca vivirá este parón -forzado por la retirada del Reus de la competición- con naturalidad. Vicente Moreno ya recordó la semana pasada que no tiene la necesidad de programar nada especial para llenar el hueco que deja el fin de semana porque con los kilómetros que acumulan sus futbolistas en las piernas es suficiente y porque en este punto de la competición no merece la pena asumir ningún riesgo.

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Este martes regresará a los entrenamientos en Son Bibiloni y trabajará en sus cuartel general como si hubiera partido, con la única diferencia de que durante el fin de semana será un espectador más. Eso sí, con los bolsillos llenos, ya que el viernes, cuando arranque la jornada de la Liga 123 con el choque entre el Tenerife y el Sporting, la Liga le ingresará tres puntos en la cuenta y recuperará de forma provisional su asiento entre los mejores.

El mayor lunar que dejará este parón tiene que ver con el momento de forma del equipo y con su confianza, que hasta la semana pasada andaba por las nubes. Tras una racha de tres victorias seguidas y seis encuentros sin perder, el Real Mallorca redujo la velocidad de la marcha a su paso por el Nuevo Arcángel y se dio contra el suelo. Un patinazo que le ha dado un toque amargo a este oasis con el que se ha encontrado y que ahora, casi con toda seguridad se hará demasiado largo para el cuerpo técnico y sus futbolistas. Especialmente para el propio Vicente Moreno, que conocerá esta semana la sanción que recibe tras su expulsión en Córdoba, la segunda del curso.

A partir del lunes que viene, al Real Mallorca solo le quedará mirar a Soria -allí asumirá su próximo compromiso el 14 de abril- y acelerar. Dispondrá de 54 puntos en la cuenta corriente pero pase lo que pase en los encuentros que disputen sus compañeros de pelotón todo seguirá muy apretado. Al conjunto balear le quedarán por jugar cuatro partidos en su refugio de Son Moix (Rayo Majadahonda, Sporting, Almería y Granada) y cinco a domicilio, donde suele presentar un perfil más bajo (Numancia, Málaga, Nàstic, Deportivo y Extremadura). En cualquier caso, ya no habrá espacio ni tiempo para hacer distinciones.