Los jugadores del Real Mallorca felicitan a Dani Rodríguez tras uno de sus dos goles ante el Lugo en Son Moix. | J. PADILLA

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Matinal de fútbol en Son Moix un fin de semana más. Este domingo a las 12.00 horas el Real Mallorca se medirá al Elche en un encuentro donde el gran objetivo del conjunto rojillo es sumar tres puntos que le permitan seguir avanzando hacia el vagón de cabeza y abordar la sexta posición. Se encuentra en estos momentos el equipo bermellón en una posición perfecta para meter presión a equipos como el Cádiz, que ayer gano al Albacete o al propio Oviedo —próximo rival en Palma— y seguir mostrando sus credenciales como candidato a luchar por esa última zona que da opción a disputar el playoff.

Con esa posibilidad en el horizonte el once balear se refugia de nuevo hoy en su escenario favorito, Son Moix, donde ha ido madurando su fútbol, su juego y sus prestaciones hasta convertirse en un rival muy difícil de batir y al que es muy complicado jugarle. Si lejos de la isla su fiabilidad y sus prestaciones disminuyen drásticamente, en casa es todo lo contrario y la predisposición del grupo es asombrosa.

Este Real Mallorca en su campo acelera en el minuto uno y tarde o temprano deja noqueados a los rivales. No es una norma escrita y cada partido es una historia, pero afortunadamente en Ciutat el Mallorca ha conseguido convertir en normal algo que no lo es en el fútbol en general y es mostrarse sólido y fiable a partes iguales.

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Desde el punto de vista futbolístico no parece que sean tiempos para grandes cambios en el equipo más allá de los obligados. En este partido Vicente Moreno no podrá contar con Pervis Estupiñán, que se empeñó en ver la roja en Tenerife y la terminó viendo y por lo tanto el entrenador deberá mover ficha y situar en esa zona a Salva Ruiz o mover a Joan Sastre al carril zurdo y devolver a Fran Gámez al derecho.

Más allá de ese cambio, cualquier otra modificación se antoja poco prudente. Tal vez en su mente podría estar dar descanso a Salva Sevilla, con muchos partidos en sus botas, pero jugar sin el andaluz es perder la brújula en la zona de creación, como es también poco recomendable hacerlo sin Lago Junior, el hombre que con un acelerón agita el partido y tiene una enorme capacidad resolutiva.

Por desgaste lógico de acumular minutos y partidos tal vez sería prudente dosificarlos, pero hay tanto en juego que hoy por hoy es escenario sencillamente no se contempla. Por lo tanto más allá de la ausencia de Estupiñan, el resto del equipo será prácticamente el mismo que tan buen rendimiento ofrece en Palma. El Elche es un equipo como el mallorquinista recién ascendido, pero ni mucho menos ha protagonizado una trayectoria tan brillante. Además, en este mercado de invierno se ha desprendido de su mejor activo en ataque, Sory Kaba, que se ha marchado a Francia. Sus números fuera tampoco son brillantes, pero hace bien el Mallorca en no fiarse. Aquí nadie regala nada.