Los jugadores del Mallorca celebran un gol en Son Moix durante el partido contra el Nàstic que cerraba el 2018. | MIQUEL A.CAÑELLAS

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Mientras se cierran las puertas de la primera vuelta, el Mallorca pelea por volver a encontrarse a sí mismo. El parón navideño y, sobre todo, los últimos resultados, han reducido de forma leve la musculatura del conjunto isleño, que en cualquier caso permanece al acecho tras el pelotón de cabeza. El equipo de Vicente Moreno completará este sábado la primera parte del campeonato y doblará la esquina ante otro de los grandes, un Deportivo instalado en el tercer escalón que también se ha atascado en sus compromisos más recientes. Un examen para subir nota y una oportunidad para dar un paso al frente (Son Moix, GOL, 20.30 horas).

El primer partido del 2019, en Almería, dejó un mal sabor de boca en la plantilla y la atmósfera que lo envuelve. El Mallorca cuajó una de sus funciones más pobres y fue incapaz de darle continuidad a la victoria con la que se había largado de vacaciones. Aun así, su situación en la liga no ha cambiado mucho sobre la línea del ecuador: es octavo y tiene a cuatro puntos, poco más de un partido, las posiciones de playoff.

A la espera de Salva Ruiz, que está reenganchándose a la rutina del grupo y que probablemente podría reaparecer la semana que viene en Pamplona, Vicente Moreno vuelve a tener a todo el vestuario a sus órdenes de cara a un choque que, a su vez, abrirá el tramo de carretera más enrevesado y peligroso del ejercicio. Durante las próximas cinco semanas el Mallorca se enfrentará a rivales que están por encima de su cabeza y de lo que consiga en esa franja dependerá todo lo que venga después.

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De esta forma, el técnico bermellón volverá a tener mucho donde elegir para componer una propuesta que, pese a su buen funcionamiento, no ha terminado de tomar cuerpo contra los rivales de talla superior con los que se ha ido encontrando.

El Deportivo recurrirá a su tridente ofensivo —Carlos Fernández, Quique González y Borja Valle— en Son Moix con la intención de huir de ese pequeño socavón en el que ha caído, con una única victoria en los últimos cinco encuentros. En cualquier caso, solo ha sufrido dos derrotas desde el pasado mes de agosto y si algo distingue al equipo gallego es la solidez y la regularidad de su fútbol.

La única baja del conjunto deportivista, que ha dejado en A Coruña a Carles Gil, Gerard Valentín y Sebastián Dubarbier, es la del lesionado Pedro Sánchez.