Campos, Lago Junior y Raíllo pugnan con la defensa del Cádiz durante el último partido de Liga disputado en Son Moix. | Teresa Ayuga

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El Mallorca vuelve a saltar a la arena a la hora del aperitivo para reafirmarse como una de las sorpresas más dulces de la liga. Sin apenas piedras en la mochila y con el sol dándole en la cara, el conjunto de Vicente Moreno pretende seguir madurando frente a uno de esos pocos adversarios que, por el momento, le están siguiendo el paso. Los baleares, con un expediente inmaculado tras los muros de Son Moix, reciben en el salón de su casa a un Albacete que todavía no ha perdido y que sueña con aprovechar la inercia para ganar por primera vez en Palma como equipo de Segunda División (LaLiga123 TV, 12.00 horas).

La clasificación anuncia que el de este domingo es el partido más espinoso al que se ha enfrentado por el momento el Mallorca. El equipo viene de recoger un punto del Martínez Valero y de mantener la buena dinámica con la que ha despertado, la misma que le ha llevado a llenar hasta arriba el depósito de la confianza. Sin embargo, hoy se examina ante un oponente de su estatura que también ha proyectado un aspecto muy saludable durante las primeras etapas de la competición. De hecho, ambos librarán una batalla por ver quién se cuelga la etiqueta de equipo revelación.

En el caso del Mallorca, se ha vitaminado de manera especial en casa, donde hace muchos meses que no se le escapa nada. En el último año y medio solo ha sufrido una derrota como local, no pierde ningún punto desde que le empató en marzo el Formentera y encadena ochos triunfos seguidos (tres esta temporada, dos en Liga y uno en Copa en los que ni siquiera ha recibido ningún gol en contra) en partido oficial. Todo un seguro de vida que el Albacete se ha propuesto tirar abajo gracias a la pegada que le define.

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Moreno, que redactará esta misma mañana la lista de convocados para el partido, seguirá teniendo problemas para elegir. Tiene a toda la plantilla a su disposición, incluido Joan Sastre, que ya ha dejado atrás las molestias que sufría en la rodilla y que, poco a poco, debería ir entrando de nuevo en los planes del grupo. En cualquier caso, ya ha aclarado el técnico que no tiene demasiado sentido remover el once cuando las cosas funcionan. Ante el Albacete tendrá que retocar obligatoriamente el ataque para compensar la baja por sanción de Abdón Prats (fue expulsado en el Martínez Valero y no han prosperado los recursos para poder alinearlo) y a partir de ahí no se esperan demasiados movimientos. El hueco del artanenc, máximo artillero, se lo disputarán Carlos Castro y Àlex López. Si entra uno de los dos lo lógico es que Salva Sevilla siga ejerciendo de enganche y que tanto Pedraza como Dani Rodríguez, que se enfrenta al que fue su equipo las dos últimas temporadas, se queden anclados a la sala de máquinas.

El Albacete no renuncia a nada en Son Moix. Fuera de su cuartel general ya la ha robado puntos a Las Palmas (1-1) y Reus (1-2). Llega a la capital balear sin que nadie le haya mandado todavía a la lona —junto al Málaga, Granada y Las Palmas, no ha perdido ningún partido y amontona dos victorias y tres empates— y articula su crecimiento en torno a los guantes de Tomeu Nadal y los goles de Roman Zozulya. El portero de Manacor disfruta en el Carlos Belmonte de los mejores minutos de su carrera y es el flotador de un conjunto que concede muchos espacios atrás, seguramente demasiados. El atacante ucraniano suma dos tantos en las tres últimas jornadas y le mantiene cerrado el paso a otro exmallorquinista: Alfredo Ortuño.

El cuadro manchego ha viajado a Mallorca con una expedición de dieciocho futbolistas entre la que destaca la novedad del centrocampista camerunés Jean Jules, quien entra en la convocatoria en lugar del mediocentro francés Malsa, que se quedó en tierra por decisión técnica.

El entrenador del Albacete, Luis Miguel Ramis, que por vez primera no tiene a ningún futbolista en la enfermería, también ha dejado en casa a los centrales Chus Herrero y Santiago Gentiletti y al extremo brasileño Paulo Vitor.