Sergio Buenacasa, en el centro celebrando un gol, ha rubricado una buena campaña en Segunda B al anotar 14 goles. | Mireya López

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Sergio Buenacasa Alba (Zaragoza, 1996) se perfila como el primer fichaje del Real Mallorca 2018-19. El delantero aragonés ha dado el ‘sí’ a la oferta presentada por el club balear, aunque su vinculación contractual con el Barakaldo no finaliza hasta el 30 de junio y quizás la oficialidad de su incorporación se retrase hasta entonces.

Después de dos temporadas sin continuidad en el Zaragoza, el jugador, de cuyo interés ya informó Ultima Hora el pasado 23 de mayo, se ha destapado este curso con el conjunto baracaldés, donde ha disputado los 38 partidos del campeonato y ha marcado 14 goles.

En la lista de la dirección deportiva desde hace tiempo, Buenacasa se ha decantado por la oferta del Mallorca por su «historia como club» y se muestra «ilusionado», según personas de su entorno consultadas ayer por este periódico. Valencia, Eibar y Celta lo tenían anotado en su agenda para el futuro.

El punta maño espera confirmar en el equipo balear, siempre que prosperen las conversaciones hasta el acuerdo definitivo, las condiciones que apuntaba desde que era un niño y que le abrieron la puerta de las canteras del Barcelona y de la Juventus de Turín.

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Sus primeros pasos fueron en el San Gregorio Arrabal de la capital aragonesa y recaló en el Zaragoza en su primer año de alevín. Siempre jugó en un año superior para lo que correspondía a su edad, fue mejor jugador de Aragón y máximo goleador en benjamines, alevines e infantiles. Su progresión provocó su fichaje por el Barcelona. Residió en La Masia y vistió de azulgrana durante tres temporadas entre cadete y juveniles. En su trienio azulgrana marcó 40 goles, que llamaron la atención de la Juventus.

A la Juventus
En el club italiano, Buenacasa llegó a jugar algún amistoso con el primer equipo juventino e incluso trabajó durante una pretemporada con aquel equipo, entonces subcampeón de Europa, de los Buffon, Tévez, Llorente o Álvaro Morata.

Rechazó ofertas de Bélgica y Holanda para regresar a su tierra. Quería triunfar en las filas del Real Zaragoza, pero el cese del director deportivo que apostó por él, trastocó sus planes y Buenacasa estuvo más tiempo en el filial -llegó a jugar ante el Mallorca B en la fase de ascenso a Segunda B- que en el primer equipo.

En verano pasado aceptó la oferta del Barakaldo, donde sí que ha gozado de la continuidad necesaria para explotar sus cualidades como goleador. Ahora, se le abre la puerta del Mallorca. Y está dispuesto a aprovecharla.