Edu Albácar lanza el penalti, que falló, en el encuentro disputado por el Mallorca en el Martínez Valero la pasada temporada. | J. DE HARO

TW
1

Un estadio maldito en una ciudad talismán para el Mallorca. El equipo balear visita a un Elche al que nunca ha ganado a domicilio -en Primera y Segunda- en uno de los santuarios del mallorquinismo. La única victoria rojilla en el Martínez Valero fue en la final de la Copa del Rey de 2003 y sirvió para que el grupo liderado por Samuel Etoo levantara el título más preciado de su centenaria historia. El próximo domingo, casi tres lustros después de aquella gesta, desfilará por las entrañas del estadio con la intención de amarrar la primera plaza del Grupo III de la Segunda B...

En el estadio Martínez Valero redactó el Mallorca una de las páginas más brillantes de su historia. Aquel triunfo ante el Recreativo de Huelva supone la única alegría que se ha dado el grupo balear en tierras alicantinas. Los isleños nunca se han impuesto a los franjiverdes como visitantes.

Ni en el Nuevo Altabix, el anterior estadio, ni en Primera División, ni en la Copa de Rey. Sí que alzó los brazos en Tercera División. De hecho, un triunfo en tierras ilicitanas a mediados de la década de los 40 supuso el primer ascenso bermellón a Segunda.

El Mallorca regresa a Elche con la intención de amarrar el título. El grupo de Vicente Moreno taponó su hemorragia ante el Lleida con un triunfo más terapéutico que brillante y ahora busca extender la reacción para evitar que cunda el pánico en las últimas curvas del campeonato.

La distancia con el Elche -siete puntos- se antoja suficiente como para amarrar el alirón y tener ventaja en los playoffs de ascenso a Segunda División. El conjunto dirigido ahora por Pacheta -el tercer técnico tras Vicente Mir y Josico- ha reaccionado. Suma cinco victorias y un empate en los seis últimos partidos disputados en casa y afronta este tramo definitivo del curso con el objetivo de apurar sus últimas opciones por la primera plaza o, como mal menor, superar al Villarreal B en la lucha por la segunda posición. El Mallorca, por su parte, se toma el partido como un banco de pruebas de cara a la fase de ascenso.

Los precedentes más cercanos en los duelos entre Elche y Mallorca datan de las dos últimas temporadas. En el curso 2015-16 fue el encuentro que abría el año del Centenario y el primero en el que Robert Sarver siguió desde el palco al equipo. Los bermellones, con Gálvez en el banquillo, empataron gracias a un gol de Armando en propia meta que igualaba el conseguido antes por Sergio León (1-1). El curso pasado doblaron la rodilla por 1-0 con gol de Guillermo después de un penalti fallado por Albácar.