Los jugadores bermellones celebran un tanto conseguido esta temporada en Son Moix. | Miguel Ángel Borrás

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A la primera vuelta del Mallorca solo le falta una guinda que la corone. Y el equipo de Vicente Moreno puede completar el domingo la primera mitad del mejor pastel que se ha cocinado en el horno del club en los últimos años, aunque sea tras descender un par de escalones. El conjunto bermellón, que desde hace semanas guarda bajo llave el simbólico título de campeón de invierno de su apartado, quiere redondear la mitad inicial del curso sin una sola mancha encima, un lujo al que solo han tenido acceso tres formaciones desde que la Segunda División B se disputa bajo el formato actual de los cuatro grupos (1987-88) y al que se agarraría con una victoria o un empate frente al Deportivo Aragón.

El domingo, en Son Moix y a la hora del aperitivo, el Mallorca se arremangará para echar el pestillo del 2017 y acabar de partir en dos el calendario. El único rival que le falta por ver desfilar ante sus ojos es el filial del Zaragoza, un Deportivo Aragón que además de estar en el fondo de la clasificación hasta el domingo pasado no había celebrado una sola victoria. Se tocarán los dos extremos de la tabla y se cruzarán las dos expedientes más dispares de la liga. Los locales son el único equipo de los ochenta que habitan en la categoría que todavía no ha caído. Los aragonés, por su parte, son los que menos victorias y puntos suman y solo la peor diferencia de goles que presenta el Caudal Deportivo (grupo II) le evita ser también el equipo más escuálido en el panorama global de la categoría. Un duelo de alto contraste en el que el Mallorca le pondrá un punto y seguido a una trayectoria hasta ahora impecable.

Referencias
En ese sentido, los tres equipos que han rebasado invictos el ecuador desde que la categoría de bronce se divide en cuatro grupos son el Salamanca (1987-88), el Castellón (2002-03) y el UCAM Murcia (2014-15). El primero en hacerlo fue el conjunto charro, que además fue el único que acabó ascendiendo a final de temporada. De la mano de José Luis García Traid, abrochó la primera vuelta con 16 victorias y 3 empates. 35 puntos en aquella época que en el sistema actual serían 51. La mejor marca que se ha registrado hasta el momento de la tercera planta del fútbol español a estas alturas de la película. Los salmantinos no sufrieron su primera derrota hasta finales de febrero (jornada 26), cuando cayeron en Gran Canaria ante el Maspalomas de Julián Rubio.

El siguiente en cerrar la primera vuelta sin un solo rasguño en la cara fue el Castellón que comandaba José Luis Oltra, que presume de tener la plusmarca en esa dirección. Estuvo sin perder las treinta primeras jornadas. El primero en tumbarlo fue el Hércules, en Castalia, en la fecha número 31 (1-2). Y aunque ganó el campeonato con una distancia considerable (10 puntos) sobre el Barça B, se estrelló en su grupo de la fase de ascenso, en el que coincidió con el Barakaldo, el Pontevedra y el Ciudad de Murcia, que fue el que acabó ascendiendo a Segunda División A.

El último gran ejemplo de rachas sin derrotas es de hace tres años y lleva el sello del UCAM. Dirigido por Eloy Jiménez, el cuadro universitario se pasó sin perder 22 jornadas (el primero en derribarlo fue el filial del Córdoba) y se proclamó campeón de invierno con 9 triunfos y 10 empates. Al final fue segundo, tras el Cádiz. Luego, en la primera parada de la fase de ascenso, superó al Real Unión y se quedó sin ascenso una ronda después ante el Bilbao Athletic.