Ferran Giner posa para este periódico en las instalaciones de Son Bibiloni. | Jaume Morey

TW
1

Ferran Giner Peris (Valencia, 1988) ha ido tomando el pulso a la competición poco a poco y son ya diez los encuentros que lleva disputados esta temporada. Llegó junto a Salva Sevilla en las últimas horas en las que el mercado estaba abierto y eso siempre supone ir con cierta desventaja en relación con el resto de grupo. Ahora, con la Liga ya en plena velocidad de crucero, Ferran se ha subido al carro para tirar de él si hace falta. Giner aporta su grano de arena para hacer campeón al Mallorca. Luego restará lo más difícil. Ser igual de buenos en el playoff.

—¿Satisfecho de haber tomado la decisión de fichar por el Real Mallorca?
—Cuando te quiere un club como el Mallorca sabes que sí o sí vas a acertar y estando el entrenador [Vicente Moreno] que sabía cómo trabajaba, no me lo pensé. Hay un grupo muy humano y gran parte del éxito es por eso, además del mucho trabajo diario. Este club es como una familia.

—Sacan 13 puntos al segundo clasificado, ¿cuándo piensan que van a poder dar carpetazo a la Liga?
—Los objetivos tienen que ser cortos y el próximo es ganar el siguiente partido ante el Olot. Lo importante es acabar la Liga compitiendo. Si ganas la Liga tres jornadas antes de terminar y no compites en el playoff, los rivales nos pasarán por encima. Cada jornada hay que competir como si fuera la última y en el playoff debemos llegar en la mejor forma posible y competir.

—¿Qué rival le ha causado mejor sensación y qué equipo le ha decepcionado más?
—El adversario al que más nos costó ganar fue al Villarreal B aquí en Son Moix. Es un equipo de jóvenes que saben tocar mucho el balón, nosotros durante la semana trabajamos bien dónde presionar, pero ellos tenían mucha calidad. Al final gracias al trabajo y a la presión solventamos bien el encuentro incluso jugando regular. Ningún equipo me ha decepcionado. Hay que respetar a todos los equipos y todos te crean muchas dificultades.

—Usted que conoce bien a Vicente Moreno de su etapa en el Nàstic donde coincidió cuatro temporadas, ¿qué puede descubrirnos del entrenador ahora del Mallorca?
—Es un entrenador muy trabajador y sobre todo está muy encima de los futbolistas, tanto de los que juegan como de los que no. Al final todos dan calidad a la plantilla, tanto si se quedan en el banquillo como en la grada todos ayudan.

—Su lugar natural es el extremo, ¿cómo se siente cuando le toca jugar de lateral?
—En el Nàstic había jugado de lateral, fue el mister quien me puso en esa posición en Segunda B y Segunda A. Al firmar aquí en el Mallorca sabía que venía a cumplir en las dos posiciones. Mientras pueda ayudar me da igual jugar más atrás o más adelantado.

—¿Miran ya al resto de posibles rivales en el playoff en los otros grupos de Segunda B?
—Todos miramos los demás grupos, pero más que para ver quiénes pueden ser nuestros rivales, los miramos para comparar lo que vamos consiguiendo nosotros y lo que ellos van haciendo. Cuando lo ves y comparas le das importancia a los puntos que estamos consiguiendo. Nadie suma los que nosotros sumamos, aunque esto acaba de empezar.