La plantilla del Mallorca posa con su equipación oficial de viaje. | Jaume Morey

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Revolución o continuidad confluyen sobre la pizarra de Javier Olaizola para recibir el domingo (20:00/GOLT) al Rayo Vallecano. El Real Mallorca encara un duelo capital en su carrera por eludir la zona pantanosa de la tabla y el técnico rojillo está obligado a tomar decisiones trascendentes tanto de cara al duelo como a la trayectoria del equipo a corto plazo.

El gran número de efectivos de la plantilla hace más compleja la gestión del grupo en el frente competitivo y psicológico. La recuperación de jugadores de peso, el excedente de hombres en ciertas posiciones, un centro del campo maltrecho y la ausencia de Lekic propician que Javier Olaizola tenga que elegir por una línea continuista o por apostar por cambios de calado que agiten el decorado para tratar de moldear una nueva dinámica.

La portería y la pareja de centrales son las únicas demarcaciones que no ofrecen dudas para recibir al Rayo. El buen rendimiento del guardameta aragonés le convierte en titular por delante de Santamaría, mientras que el proceso de recuperación de Ansotegi y la falta de confianza en Pleguezuelo convierten a la dupla Yuste-Raíllo en la única opción para forma en el eje de la retaguardia rojilla.

Juanjo Nieto debutó en Reus por imperativo debido a las lesiones de Campabadal y Company y ha enlazado tres titularidades jugándolo todo ante el Cádiz y el Oviedo. Con los dos laterales del primer equipo plenamente recuperados y tras los problemas exhibidos por el defensa de Castellón en el Tartiere, Olaizola tiene la difícil papeleta de mantener su apuesta por el jugador del filial o encomendarse a la experiencia.

Las lesiones Vallejo y Juan Rodríguez reducen el margen de maniobra para un centro del campo en el que de la pareja titular en Oviedo fue la formada por Sasa y Juan Domínguez. Culio, indiscutible antes de lesionarse y clave en el plantel, se asoma al once, aunque sus prestaciones y situación física complican que ejerza como recambio natural e invitan a una reestructuración en la sala de máquinas para que el argentino canalice el juego ofensivo con uno o dos socios.

Olaizola reclutó a James para el primer equipo y le dio la titularidad tres partidos para posteriormente dejarlo en el banquillo ante el Cádiz y el Oviedo en los que Moutinho se hizo fuerte en el once. La proyección del canterano, la estabilidad del suizo, la variante de Angeliño o la incógnita de Salomao, que no entró en la última convocatoria y estuvo en la rampa de salida en el mercado de invierno, están sobre la mesa.

La baja de Lekic deja en el aire múltiples opciones para cubrir su ausencia, mientras que el rendimiento a la baja de Brandon también entra en juego para posibles cambios. No hay otro perfil como el de Lekic entre los recambios, por lo que Olaizola tendrá que buscar nuevo socio para Brandon en Dalmau tras sus cinco goles en el amistoso del miércoles, adelantar a Lago Junior o recuperar para la causa a Óscar Díaz.