En la imagen, los videosmarcadores que desde su compra permanecen en un almacén del estadio de Son Moix con el embalaje.

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Encerrados y abandonados en un cuarto oscuro del estadio Son Moix durante más de un año los videomarcadores que adquirió el expresidente Gabriel Cerdà en enero de 2014 por unos 300.000 euros, están a punto de ver la luz.

El Real Mallorca ya ha iniciado las gestiones con Cort para obtener los permisos e iniciar la instalación, y prevé que el montaje finalice antes de la conclusión de la presente temporada. De hecho, en las próximas semanas se procederá a la sustitución de uno de los actuales, que no funciona desde hace varios meses. En concreto, el que está ubicado en el fondo sur.

En enero de 2014 Cerdà se dio este capricho a pesar de que la situación financiera de la entidad no estaba para dispendios. El coste alcanzó los 240.000 euros sin tener en cuenta ni la instalación -unos 20.000 euros más-, ni la licencia de Cort -imprescindible para ejecutar la obra- ni el presupuesto del ingeniero para realizar el proyecto.

Ahora, después de trece meses arrinconados, la nueva propiedad ha decidido rescatarlos del baúl, aunque se ha encontrado con un problema inesperado. El proveedor no se hace responsable de su funcionamiento, ya que los marcadores han permanecido más de un año en las cajas, por lo que cualquier eventualidad podría acarrear un cargo extra para las arcas de la SAD balear.

Cerdà se mostró muy insistente para que el consejo de administración le diera la aprobación para adquirir los videomarcadores. De hecho, el expresidente chantajeó al resto de consejeros con no firmar el pago de las nóminas si no obtenía la aprobación para comprar los videomarcadores.

Esta maniobra del expresidente provocó que los empleados montaran en cólera. Cabe recordar que esta inversión se produjo apenas dos meses después de que los trabajadores de la entidad sufrieran unos severos recortes en sus salarios; en concreto se les rebajó un 13%. Entonces, el club les dijo que debían asumir un sacrificio considerable porque la situación económica de la entidad era muy mala. Mientras tanto, Cerdà no tenía ningún reparo en adquirir esos videomarcadores y en instalar una zona de ocio infantil que también supuso un gasto considerable y que jamás fue utilizada.

Ahora, el Mallorca ha decidido recuperar unos marcadores de tecnología LED, con una pantalla de más de 50 metros cuadrados, que son idénticos a los que están instalados en el estadio de Mestalla.