De palco a palco. Utz Claassen asistió a Son Bibiloni para presenciar el encuentro entre el Mallorca B y el Atlètic Balears. El sábado tres de enero tiene previsto ‘debutar’ en Son Moix como presidente del club en un partido del primer equipo. | Pilar Pellicer

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El Real Mallorca va a definir su futuro inmediato en un puñado de días y más concretamente será la primera semana de enero cuando se trace la hoja de ruta del club balear. Inmerso en una crisis deportiva absoluta con el equipo metido en el vagón de cola y con un enorme puñado de incógnitas en lo institucional, el club necesita rearmarse deportiva y económicamente para mirar al futuro con cierta esperanza. La agenda está repleta de asuntos importantes, pero hay hasta tres que son prioritarios para el desarrollo normal de la entidad.


Mercado de Invierno

Más importante que las guerras que el ejército de Serra Ferrer va apromover contra Utz Claassen, el club debe negociar bajas antes de fichar a nuevos jugadores.


Ampliación de capital

El cinco de enero hay que conocer qué accionistas que actualmente están en el club han decidido acudir a la ampliación de capital. Ese día empezará a definirse el panorama accionarial del club mallorquinista.


Órgano de poder

Con Claassen en la presidencia, el próximo paso es definir el papel del consejo de administración y sus integrantes. El accionista alemán resultó elegido consejero delegado único en la última reunión de sus miembros, aunque los abogados de Serra Ferrer entienden que este nombramiento carece de validez.


Gabriel Cerdà

Una de las incógnitas es conocer qué hará el accionista Gabriel Cerdà. Su posición seguirá siendo clave hasta que no venda sus títulos, un 5,5 por ciento de las acciones.


Procesos judiciales

Más allá de la ampliación, de la composición del consejo y de quién va a aportar liquidez y quién no, lo cierto es que los juzgados va a seguir siendo noticia durante los próximos meses. Serra, Cerdà y Claassen siguen su particular lucha en los tribunales.