Pereira trata de superar a un defensor. | M. À. Cañellas

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Mallorca 2 – 1 Lugo

Mallorca: Cabrero; Company, Kasim, Bigas, Gulan; Arana (Markovic, min. 75), Bustos, Joao, Pereira (Martí, min. 83); Marco Asensio y Scepovic (Fofo, min. 91).

CD Lugo: José Juan; De Coz, Samuel, Lolo Pavón, Borja Gómez; Seoane, Pita (Álvaro Peña, min. 64); Iriome (David Ferreiro, min. 73), David López, Iago Díaz (Pelayo, min, 61); y Luis Fernández.

Goles: 1-0, min. 46: Scepovic; 2-0, min. 53: Scepovic; 2-1, min. 57: Luis Fernández.

Árbitro: Valdés Oller (Comite de Castilla-León). Amonestó a Bigas, del Mallorca; a Pita, Seoane, Borja Gómez, Pavón, David López, del Lugo.

Cuatro de cuatro. Es el balance de victorias del Mallorca desde la octava jornada, una racha inimaginable después de los siete primeros partidos de Liga. Pero el Mallorca ha conseguido imponerse al Lugo por dos a uno, gracias al doblete de Scepovic y, sobre todo, al control del juego.

El partido comenzó con poco ritmo, pero poco a poco los de Valeri Karpin se crecieron, dominando el juego, aunque no el marcador. En la primera parte, lo más destacado fueron las dos ocasiones, protagonizadas por Marco Asensio y Scepovic, y el penalti no pitado a favor del Mallorca.

El dominio de los locales se vería 40 segundos después de que se inicie la segunda parte, cuando Scepovic culminó una buena jugada de Pereira y Arana. Después del tanto desapareció el Lugo. Los de Karpin dispusieron de dos claras ocasiones antes de que, en el minuto 53, volviera a marcar Scepovic, quien aprovechó la poca tensión del Lugo para hacerse con un balón de saque de banda e internarse en el área para batir a José Juan.

Aunque la superioridad del Mallorca era clara, un fallo en defensa permitió que los visitantes acortaran distancias, lo que les devolvió al partido, que en los últimos minutos estuvo muy reñido con un Mallorca tirado atrás.

Gritos

Desde que se detuvo el juego para atender a dos jugadores en el campo en la primera parte, los aficionados del Mallorca entonaron cánticos contra el palco, gritos que se repitieron durante el descanso y a lo largo de la segunda parte. En especial, estaban dirigidos contra la nueva apoderada del club: Annette Claassen. Una vez acabado el partido, gritaron 'Directiva dimisión'.