Utz Claassen a su salida del consejo de administración del Real Mallorca. | Miquel Alzamora

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Utz Claassen confirmó este lunes, tras el consejo de administración del Real Mallorca, que ha nombrado a su esposa, Annette Claassen, y al director general, Juan Barrios, apoderados del club.

El accionista alemán ha querido escenificar un paso al frente para tomar el control del club, un hecho que debe confirmarse poco antes de Nochebuena cuando cristalice la ampliación de capital y se desvele el nuevo abanico accionarial. Sin embargo, hasta llegar a ese momento, Claassen está dando pasos en firme.

Claassen aseguró que el hecho de situar a su esposa como apoderada, «refleja el compromiso de mi familia con el club. El objetivo es asegurar la supervivencia de la institución. No será fácil porque el Mallorca está desestructurado y necesita que alguien ponga orden», explicó.

La difícil situación financiera por la que atraviesa el Mallorca obliga a tener que mover ficha y a que los accionistas se impliquen en la ampliación de capital e incluso en avanzar cantidades para poder cubrir con las exigencais actuales. En ambos casos, de momento, solo Claassen ha decidido implicarse. Así lo manifestó el consejero alemán. «Yo voy a ir a la ampliación de capital y voy a poner dinero sobre la mesa por el bien de la institución».

Quiso también dejar claro que él no está «cogestionando» el club con Gabriel Cerdà porque el presidente «está de salida».

Por otra parte, Utz Claassen explicó que durante el consejo se vivieron momentos de mucha tensión y apuntó hacia el abodado Eduardo Valdivia, representante de una de las empresas de Serra. «Es una de las reuniones más desagradables que yo recuerdo en mi vida. Una persona me ha insultado, me ha amenazado, me ha intentado asustar, pero esto no me impresiona porque los que gritan normalmente no tienen argumentos. Me ha dado vergüenza el estilo del discurso por parte de alguno en esta reunión. Es como es, hay que tratar también con esto por el bien del club, por su futuro. Cuando faltan argumentos hay algunos que empiezan a gritar», manifestó el consejero alemán.